* EL CEREBRO SOBRE VERA
Al final de la semana anterior, tras la marcha de protesta del Frente Amplio Morelense (FAM) y la subsecuente lucha mediática en que se involucraron el rector Alejandro Vera y el gobernador Graco Ramírez, quedó en el ambiente la idea de que el mandatario le había ganado una batalla al dirigente universitario. Lo digo porque la disminución de la intensidad de los plantones y bloqueos en las sedes de los poderes públicos y las calles del centro de Cuernavaca, más el cambio de vocero en el FAM restándole protagonismo al cuestionado y desgastado rector, dieron la imagen de un Vera Jiménez más moderado como producto de los señalamientos sobre malos manejos en la UAEM y quizás con el temor de que escalen y se traduzcan en consecuencias jurídicas en su contra. También ha surgido en la Universidad un grupo de catedráticos y “grillos” internos que no respaldan por completo la aventura del ex pastor evangélico, ni la influencia que sobre él ejerce Javier Sicilia, su secretario de Comunicación. Sin embargo, inicia una nueva semana y es seguro que la guerra entre ambos personajes tenga nuevos episodios.
Dentro del mismo forcejeo político destacó la posición fijada por Sicilia Zardaín como nuevo vocero del FAM, quien a todas luces encabeza el ala radical de quienes mantienen el movimiento de presión hacia el Ejecutivo. Mientras el rector Vera sigue defendiéndose de las acusaciones sobre malos manejos financieros en nuestra máxima casa de estudios, sin presentar pruebas de su inocencia, el fundador del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad proyecta la idea de ser un “efectivo enlace” del FAM con funcionarios federales, pues presume gran amistad con Arely Gómez, procuradora General de la República, y Eber Betanzos, subprocurador de Derechos Humanos de la misma PGR, quienes “le han informado” que no hay ninguna orden de aprehensión en contra del rector, “ni nada” contra ellos. Que se sepa, efectivamente no hay orden de aprehensión alguna, la cual deberá ser emitida en su momento por un juzgado, pero sí existen cuatro averiguaciones abiertas en la PGR debido a denuncias interpuestas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) con relación a desvíos hasta por 700 millones de pesos (federales) en la UAEM. Conclusión: aparece en escena un rector moderado, con intenciones de que ya se resuelva el conflicto, y Sicilia ensoberbecido, con muchísimas ganas de volver a conseguir reflectores nacionales a costa de Graco Ramírez. Es el verdadero cerebro sobre Vera Jiménez. Seguiremos viendo y diciendo.
Los ruteros andan desolados porque las cosas no les están saliendo como pensaban. Acostumbrados a abrir a las autoridades a la negociación con medidas diversas de presión como las declaraciones explosivas y los bloqueos de calles, están sorprendidos de que luego de la multitudinaria marcha del martes pasado nadie del gobierno los haya llamado a dialogar. Aurelio Carmona, de la Organización Rutas Unidas, y Dagoberto Rivera, de la Federación Auténtica del Transporte, no ocultan su sorpresa frente a la actitud gubernamental que soslaya el chantaje y no parece en el ánimo de dar marcha atrás en las reformas a la Ley del Transporte efectuadas el pasado 15 de julio.
Y tienen razón los transportistas que no ven el momento en que recule el Gobierno, entendido este como el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, pues el diputado Jaime Álvarez, uno de los promotores de las reformas, señala que el Congreso está consciente de la necesidad de tomar la decisión valiente de sentar las bases jurídicas para modernizar el sistema de transporte colectivo, por el bien de la mayoría de los morelenses y a pesar del costo político. Y sí hay un costo político que los legisladores están pagando, y lo podemos ver en los traseros de muchas unidades del servicio público. El desenlace en este tema, como en los otros involucrados en la problemática socio política que vive en Morelos, por lo pronto es una incógnita. Sin embargo, la campaña propagandística de los transportistas en las partes posteriores de sus vehículos es a todas luces ilegal. A ver.