El tamaño del ego retrata el de la inseguridad.
Florestán
Cuando el 12 de diciembre la encuesta de Morena para elegir a su candidato al gobierno de Coahuila favoreció al senador Armando Guadiana y no a quien decía ser el candidato de López Obrador, Ricardo Mejía, subsecretario federal de Seguridad, éste rechazó el resultado, acusó amaño y se lanzó contra el partido y Mario Delgado.
Al día siguiente, martes, el Presidente dijo: yo estoy totalmente de acuerdo con las encuestas y el que participa tiene que aceptar el resultado.
Dos días después, el jueves 15, teniéndolo a su lado en la mañanera, agarrado del brazo, López Obrador declaró ante un mal encarado Mejía:
Va a continuar Ricardo como subsecretario de seguridad pública. Nos ayuda mucho, le tenemos toda la confianza. Además me va a representar en Coahuila porque tenemos proyectos muy importantes. Y me va a seguir ayudando para mantener la paz y la tranquilidad. Y con mucha responsabilidad, con mucha madurez, me expresó que la decisión que se tomó a partir de las encuestas, la aceptaba. Ricardo es un ejemplo.
Ricardo no dijo nada.
Pero este viernes, Mejía anunció su candidatura al gobierno de Coahuila vía el PT, que dejaba el cargo y a Morena, y publicaba su renuncia al Presidente.
Para el fin de semana, López Obrador registró el engaño de quien apenas hace un mes decía que era un ejemplo de lealtad y ayer lunes lo descalificó, se acabaron los reconocimientos. Dijo que ni siquiera le había dicho adiós, me mandó un papel, expresó airado, enojado.
Y se acabó el cuento del amigo, de la confianza, del representante, de la lealtad personificada, de la responsabilidad, un escenario de lo que podría suceder en la encuesta presidencial de Morena, en otoño.
RETALES
1. RELEVO. El Presidente recurrió otra vez al Ejército: designó al ex jefe de la Guardia Nacional, general Luis Rodríguez Bucio, como subsecretario y en relevo de éste a otro general, David Córdova Campos. A esa hora sus redes linchaban a los que hablaban de militarización;
2. BOICOT. La orden de Palacio fue cambiar la conversación en la crisis del Metro y de Claudia Sheinbaum de falta de mantenimiento, como causa de los accidentes, a sabotaje de la derecha, como esparcieron los suyos. Ayer el líder del sindicato del Metro, Fernando Espino, aseguró que el problema es la falta de mantenimiento y no el complot. Me dijo que de los 290 convoyes que tiene el Metro, 166 operan con mantenimiento insuficiente y 125 están abandonados en los talleres; y
3. NEGOCIOS. Mientras se asegura que Germán Larrea será el nuevo dueño de Banamex, operación que en la Presidencia no se puede entender sin Carlos Slim, Aeromar se viene abajo, lo que algunos ven como un despegue para que se vaya al AIFA, debe 500 millones al AICM, o sus aviones pasen a la anunciada aerolínea comercial de la Sedena.
Nos vemos mañana, pero en privado
Joaquín López-Dóriga
@lopezdoriga