En el poder, García Luna construyó la imagen del “súper policía” que enfrentó con mano dura y fuerza a los grupos del crimen organizado, pero de acuerdo a las acusaciones en su contra favoreció, a cambio de sobornos, al Cártel de Sinaloa cuando fue director de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI) en el gobierno de Vicente Fox Quesada (2000-2006) y titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en la administración de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012).
Genaro García Luna, no sólo conformó un poderío a través de presuntos sobornos en la oscuridad. También edificó otro bajo plena luz pública y sin que fuera llamado a cuentas. El archivo del Portal de Obligaciones y Transparencia, así como de Compranet, permite armar una semblanza del protagonista de la llamada “guerra contra el narco” en medio de cascadas de dinero público que usó a voluntad para construir la imagen de “súper policía”.
Contratos entre opacidad
Aún con huecos y en la opacidad —por ejemplo, de 2010 a 2011 no hay un solo contrato publicado en Compranet por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP)— los registros muestran un cúmulo de compras alejadas del objetivo de brindar seguridad a la población y conseguir la paz, como eran los metas de la dependencia.
De 300 contratos firmados por la SSP entre 2007 y 2012, una tercera parte fue destinada a pagar “difusión” en radio, cine, periódicos y espectaculares de las labores de los elementos de la Policía Federal bajo su mando. El gasto fue de más de 231 millones de pesos (poco más de 416 millones 595 mil pesos de ahora).
De 300 contratos firmados por la SSP entre 2007 y 2012, una tercera parte fue destinada a pagar “difusión” en radio, cine, periódicos y espectaculares de las labores de los elementos de la Policía Federal bajo su mando
A través de diez campañas que llevaron entre otros títulos como “Policía Federal: héroes anónimos”, “Vamos ganando la guerra” o “Juárez”, los policías mexicanos bajo el mando de Genaro García Luna fueron presentados como héroes en un país convulsionado por la corrupción.
Esa narrativa alcanzó el punto máximo en 2011, cuando en el canal 2 de Televisa se estrenó la serie “El Equipo”, una producción que ensalzó las acciones de las fuerzas federales en el combate en contra del narcotráfico.
La narrativa de los ‘super policía’ alcanzó el punto máximo en 2011, cuando en el canal 2 de Televisa se estrenó la serie ‘El Equipo’, una producción que ensalzó las acciones de las fuerzas federales en el combate en contra del narcotráfico
García Luna dejó plasmada en los archivos mexicanos una personalidad proclive al espionaje a gran escala que también fue pagada con el erario. Los contratos registrados refieren cómo construyó la Plataforma México, el búnker desde el cual, compiló información de las policías de los estados y los municipios, así como de las Fuerzas Armadas. También espió a presuntos narcotraficantes, políticos y ciudadanos.
Desde la Plataforma México, García Luna espió a presuntos narcotraficantes, políticos y ciudadanos
El proyecto era tan grande que implicó la modificación del reglamento interior de la SSP. El exfuncionario pidió para el gigante cibernético un edificio inteligente de por lo menos tres pisos y propuso adquirir el predio de Avenida Constituyentes 919, colonia Belén de las Flores, en la alcaldía Álvaro Obregón de la Ciudad de México.
Se generó entonces otro flujo de contratos de miles de millones de pesos, sin licitación de por medio, a una treintena de empresas y tres universidades para la construcción del edificio y la instalación de la base tecnológica.
Sólo en la tecnología de la Plataforma México se gastaron más de dos mil 773 millones de pesos.
Según el libro blanco del proyecto, su operación tuvo un costo entre 2007 y 2012 de por lo menos cuatro mil 294 millones de pesos con un incremento autorizado de 376.9 por ciento.
Información, moneda de cambio
Al mando del gigante, García Luna logró acumular información de inteligencia que al final, sólo quedó en sus manos. En los hechos, las bases de datos que se armaron en la plataforma jamás fueron conocidas.
Los datos públicos, poco a poco, mostraron que la plataforma dejó de ser alimentada. En 2012, llegaron 104 mil reportes de las policías locales, y en 2015, sólo 34 mil, una caída de 64 por ciento en dos años.
Luego, la fuga de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, el 11 de julio de 2015, del penal de máxima seguridad de El Altiplano, mediante un túnel, contradijo la efectividad del gigante de inteligencia nacional.