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LINOTIPIA

El jurado de García Luna
 
 

 

El barrio de DUMBO es un enclave precioso en Brooklyn, con una vista privilegiada a los puentes que conectan Manhattan con Queens y Brooklyn. Casi siempre está lleno de turistas que se fotografían en una callecita donde se grabó una escena famosa de Érase una vez en América, una película sobre mafiosos en Nueva York que libran una guerra para controlar el trasiego de alcohol en la primera mitad del siglo XX.

A pocas cuadras de allí hay un juzgado federal, con un parque enfrente donde los niños juegan futbol, ajenos a los casos gravísimos que se discuten ahí, varios sobre mafias de nuestros días.

Es el juzgado del Distrito Este de Nueva York. Las imágenes de su fachada se volvieron famosas en México hace cinco años, cuando las cámaras retrataban frenéticamente a Emma Coronel, caminando en tacones para asistir al juicio de su marido, Joaquín "El Chapo" Guzmán. En una audiencia de ese juicio, Jesús "El Rey" Zambada dijo que entregó millones de dólares a Genaro García Luna, el policía que quería ser futbolista, ama la música de Donna Summer, a James Bond y la serie CSI.

En la misma corte, esta semana un García Luna lleno de canas vestía de traje, tomaba notas y escuchaba en el aparato negro donde le traducían. Con los espejuelos en la punta de la nariz, se tocaba el pecho para agradecer, hacía reverencias, estrechaba manos, reaccionaba nervioso, sonriente, enojado. García Luna parecía uno más entre los hombres en aquella sala, donde más de 150 personas desfilaron como posibles jurados para un caso de narcotráfico.

No lo era. Ahora, él es el acusado de ayudar a "El Chapo" a traficar más de 50 toneladas de cocaína. Una mujer dijo que se pondría nerviosa al estar en la misma habitación con el acusado. La magistrada respondió que el acusado estaba allí mismo. "Uy, no, no sabía eso", exclamó la mujer. Todos, desde ella hasta los periodistas y el propio García Luna, soltamos una carcajada.

Pasaron tres jornadas hasta que la defensa y la Fiscalía acordaron quiénes serán los 12 jurados y seis suplentes. En esos días, los periodistas vimos la selección desde una sala contigua, en unos televisores. El juez no quiere que los jurados se intimiden con la prensa, me dijo un guardia. No fue la única medida de seguridad. En la entrada de la sala de audiencias había un detector de metales y guardias con chalecos antibalas.

Los posibles jurados se presentaron solo con un número, porque debían permanecer anónimos. Una mujer dijo el nombre de su marido y la excusaron de inmediato para evitar que sufriera represalias. Se les prohibió que lean, escuchen o vean nada relacionado con este caso. La magistrada que dirigió la selección eliminó a los que dijeron que oyeron en las noticias, vieron una nota o titular sobre este caso.

Los periodistas anotábamos lo que escuchábamos. Estas son mis notas de los jurados que decidirán si García Luna es un narcotraficante:

 

Jurado uno. Mujer. Trabaja para la policía del transporte público de Nueva York, cree que quienes trabajan en el gobierno son gente muy esforzada.

Dos. Mujer, su hijo tiene un caso pendiente por posesión de arma de fuego.

Tres. Mujer, le molesta el olor de marihuana en su vecindario, escuchó sobre "El Chapo" pero no le interesaba.

Cuatro. Hombre, su padre era bombero, cree que la marihuana debe ser legal.

Cinco. Hombre, su hermano es militar, cree que la marihuana debe ser legal.

Seis. Mujer, sabe vagamente sobre "El Chapo".

Siete. Mujer, cree que la marihuana debe ser legal, estuvo en la academia del FBI.

Ocho. Mujer, recuerda titulares sobre "El Chapo".

Nueve. Mujer, su sobrino es abogado, ha sido jurado varias veces.

Diez. Hombre, no confía en testigos colaboradores con el gobierno.

Once. Hombre, el tío trabaja en la policía de NY y la tía es agente del FBI.

Doce. Hombre. Fue policía durante 12 años. Describe a los testigos cooperantes como "gente sucia".

Entre los suplentes, hay un hombre que es fanático de los Celtics de Boston, una mujer que ha servido en varios jurados, un hombre que sabía qué era la AFI y una mujer que le llama a Donald Trump "nuestro Presidente".

En estas personas recaerá en las próximas semanas el destino de García Luna. Más de 70 testigos del gobierno les dirán lo que saben. La defensa les dirá que no es cierto. Basta un jurado que no esté convencido de la decisión del resto para declarar el juicio como nulo. La pelota está en el aire

 

@penileyramirez

 

 

Ámbito: 
Nacional