México emitió más deuda el año pasado que cualquier otro país de América Latina, de acuerdo con un reporte publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). El “Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe” muestra que en los primeros diez meses de 2022, México emitió 28% de las colocaciones de bonos en mercados internacionales de la región. Le siguen Chile con 19% y Brasil con 17%. El dato combina las emisiones tanto gubernamentales como corporativas.
A partir del fenómeno inflacionario global que se vive desde finales de 2021, los bancos centrales en la mayoría de las economías han subido sus tasas de interés. Esto ha elevado los costos del financiamiento, sobre todo para economías emergentes. “A medida que las condiciones de financiamiento global continuaron endureciéndose, la emisión de deuda de América Latina y el Caribe en los mercados internacionales cayó casi un 60%”, dice el reporte, firmado por José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Cepal, y su equipo.
Pero en México, el impacto pareciera ser menor. El país también destaca como el que colocó mayor deuda soberana, con 32% del total en toda la región. Esto tiene que ver con los refinanciamientos que ha hecho la secretaria de Hacienda para reducir los pagos de intereses a cambio de nuevos plazos. “México posee colchones financieros para protegerse contra eventuales choques externos, para lo que se han llevado a cabo exitosas operaciones de refinanciamiento que han permitido disminuir, por ejemplo, 70 por ciento del pago de servicio de la deuda para 2025″, dijo el secretario Rogelio Ramírez de la O el 17 de enero, de acuerdo con un comunicado. México tiene uno de los déficits fiscales más bajos en la región, por debajo del 40% en relación con el Producto Interno Bruto (PIB).
Cerca del 65% de los ingresos de las emisiones de deuda soberana entre enero y octubre de 2022 se utilizaron para la gestión de pasivos y para cubrir las necesidades de financiamiento del presupuesto nacional, apuntó la Cepal. Casi el 60% de todas las emisiones de deuda corporativa fueron de empresas brasileñas (35%) y mexicanas (24%). Los corporativos de la región colocaron 29.000 millones de dólares en bonos internacionales en este periodo de tiempo.
“México ha sido muy estricto en el sentido fiscal desde el inicio de la pandemia”, dijo el lunes Todd Martínez, analista de la agencia calificadora de riesgo crediticio Fitch Ratings, “es por esto que no hemos visto que se retiren de los mercados como otros de sus países pares”. Un menor déficit fiscal se traduce a una mejor calificación crediticia, ya que refleja una mejor habilidad para cumplir con el pago de su deuda. Entre más alta sea la calificación crediticia, un emisor paga menores intereses por su deuda.
Fitch espera que la economía mexicana se desacelere este año, creciendo solo 1,4%, por el impacto esperado de una recesión en su principal socio comercial, los Estados Unidos. “El estimado de crecimiento en sí no es muy bueno, pero considerando el contexto, sí refleja resiliencia”, dijo Martínez. La segunda economía de Latinoamérica fue la que menos gastó en estímulos económicos durante los confinamientos de la pandemia, destacó el analista, y es por esto que la recuperación ha sido la más lenta en la región.
A pesar de que México fue alguna vez potencia petrolera, el país es importador neto de productos de petróleo desde 2014, por lo que el impacto de una baja en los precios no le impactaría de manera profunda, aseveró Martínez. “El presupuesto para este año, en este momento, está bastante cubierto con respecto a los precios del petróleo porque es una fuente de ingresos y algo que el gobierno está subsidiando bastante”, dijo el analista de Fitch.