Quieren sepultar al “candidato incómodo”
Desde la oficina de Jesús Ramírez Cuevas en Palacio Nacional se dio la orden a medios y plumas afines a la llamada 4T de no mencionar al secretario de Seguridad Ciudadana de la CDMX, Omar García Harfuch, como posible candidato a la Jefatura de Gobierno en los comicios de 2024.
Desde hace más de un año, García Harfuch encabeza sistemáticamente las distintas encuestas de aspirantes al gobierno de la Ciudad de México.
La encuesta de EL UNIVERSAL, por ejemplo, publicada a finales de mayo de 2022, colocaba al secretario 20 puntos arriba de la favorita del presidente Andrés Manuel López Obrador, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez.
Entre ellos se movían el presidente nacional de Morena, Mario Delgado, cuyas aspiraciones son un secreto a voces dentro del partido, y pegados a este flotaban la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada y el eterno suspirante Martí Batres, actual secretario de Gobierno.
Aquello no resultaba extraño. Harfuch había sobrevivido a un atentado en pleno Paseo de la Reforma, que involucró la participación de más de 40 sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación y en el que se dispararon más de 400 tiros; propinaba golpes de resonancia mediática a organizaciones delictivas de la capital del país —la Unión Tepito, la Fuerza Anti Unión, el Cártel de Tláhuac, entre las más señaladas— y había hecho descender los delitos de alto impacto, que dispararon la percepción de inseguridad durante la gestión de Miguel Ángel Mancera —y su oscuro jefe de policía, Raúl Peralta.
La secretaria Rodríguez, leal al obradorismo desde hace 20 años, arrastraba mientras tanto la herencia de Alfonso Durazo, su antecesor en el cargo, así como las consecuencias de la fallida estrategia de “abrazos no balazos” decretada por AMLO: reguero de sangre por todo el país, incontenible avance de los grupos criminales en tres cuartas partes del territorio, extorsión y “cobro de piso” prácticamente en cada calle y en cada banqueta de México.
En las encuestas practicadas entre mayo y diciembre de 2022, García Harfuch, investido por su presencia mediática en una suerte de “superpolicía”, figuró invariablemente como puntero en las preferencias electorales para 2024.
El 24 de noviembre seguía a la cabeza en la encuesta de EL UNIVERSAL, con 33% de las intenciones de voto. Le seguían de cerca Mario Delgado, con 30%, y Clara Brugada, con 26%. La secretaria Rodríguez se colocaba en cuarto lugar, con 11%.
Ese mes, también la encuesta de El Financiero lo colocó como líder en la carrera por la jefatura de gobierno (36% de popularidad) y en un guiño que no pasó inadvertido el coordinador de los senadores del Verde, Manuel Velasco, expresó: “Vemos con muy buenos ojos la labor de Omar García Harfuch, creemos que de cara al 2024 tiene más futuro que pasado…”.
Para entonces, el ala radical de Morena ya había desenvainado, y afilaba con ahínco sus cuchillos: como se sabe, la carrera policiaca de García Harfuch se desarrolló durante los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto; su nombre ha aparecido varias veces en la investigación del caso Ayotzinapa, y hace apenas unos meses los fiscales de la 4T intentaron involucrarlo —sin éxito— en una supuesta reunión celebrada en Iguala, en la que se habría fraguado “la verdad histórica”.
En Morena no solo se le ve como un intruso, sino como algo peor: un enemigo de la secta, un emisario del pasado, cercano a Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino.
El Presidente no ha salido jamás en su defensa (recuérdese la frialdad con que abordó el tema del atentado) y se sabe que lo mira con recelo. Muchos en Morena esperan que su nombre aparezca en el juicio que se lleva en Nueva York en contra de García Luna.
Es, sin embargo, el secretario que mejores resultados le ha dado a Claudia Sheinbaum. Bajó la percepción de inseguridad, que es la que más lastima a la capital. Hace unos días detuvo con rapidez a los involucrados en el atentado al periodista Ciro Gómez Leyva (llegar a los autores materiales sería su gran tarea pendiente), y salió a dar la cara mientras la jefa de Gobierno se hallaba en campaña fuera de la capital, durante el trágico accidente ocurrido en el Metro a principios de este mes.
Según la encuesta de De las Heras Demotecnia, cerró 2022 como el candidato mejor posicionado.
Claudia Sheinbaum ha callado sistemáticamente sobre el resultado de las encuestas. Se sabe que la mano que mueve la cuna no está en el Palacio del Ayuntamiento. Como en los viejos tiempos, se sabe que “el que manda vive enfrente”.
El 23 de enero, una nueva encuesta de El Financiero colocó a la secretaria Rodríguez como sorprendente puntera, con 37% de las preferencias. Le seguía, en segundo lugar, Clara Brugada (36%) y, por primera vez en más de un año, el secretario de Seguridad apareció en tercer sitio, con 35% de las intenciones.