La burbuja del más tonto surge en el medio financiero especulativo (Wall Street) y consiste, por ejemplo: si alguien compra una casa, piensa que habrá otra persona que estará dispuesta a pagar un precio mayor por ella con el paso del tiempo y así sucesivamente hasta que el último comprador de la casa, por alguna causa, generalmente, especulativa del mercado, ya no la podrá vender ni recuperar su inversión, habrá perdido y al mismo tiempo quedar como el más tonto.
Este fenómeno financiero no está tan alejado de nuestra realidad cotidiana, ya que muchos de nosotros andamos por la vida quedando como los más tontos y siendo víctimas de lobos especuladores que se aprovechan de nuestra ignorancia, ingenuidad, codicia, avaricia y pobreza cognitiva, para explicarme mejor, pondré algunos ejemplos:
En el terreno de la vida política es muy frecuente quedar como un tonto. El político que aspira a gobernar en un espacio de poder, para conseguirlo necesitara el respaldo y apoyos de los ciudadanos votantes, invariablemente, a cambio ofrecerá el oro y el moro, cosas que en su mayoría son difíciles de lograr, por ejemplo, algunos de ellos dicen que: gobernaran para los pobres, que el sistema de salud será como el de Finlandia, que acabaran con la delincuencia, que habrá crecimiento económico y bienestar para todos, que ofrecerán educación de excelencia, que su gobierno será anfitrión del mundo, que acabaran con la corrupción, pero, también, invariablemente, se presentas como los salvadores, como si fueran blancas palomitas etcétera, etc… Puras promesas especulativas, sin ningún fundamento real y de difícil realización.
Lo cierto es que muchos votan por ellos, pero, sobre todo, lo creen y lo afirman. El fenómeno es parecido a la burbuja del más tonto y al final de su gobierno resulta que no pudieron cumplir con lo prometido, dejando al pobre más pobre, más violencia, escasez de medicamentos, crisis económica y en general promesas incumplidas, pero eso sí, uno queda como el más tonto y ellos hinchados de dinero mal habido.
En el terreno alimenticio y farmacéutico, ocurre algo similar, por ejemplo, existe el fenómeno creciente de la venta de productos milagrosos para la buena alimentación y para la salud. Hay mucha especulación en torno a esos productos, ya sea por la publicidad o por el internet, estos circulan a todas horas del día, supuestamente, entre más alto el precio el producto es mejor, pero a final de cuentas, en su mayoría, no son efectivos, no curan lo que dicen curar ni contienen los nutrientes que dicen tener y uno queda como el más tonto.
La pregunta ¿es posible no caer en una de esas burbujas? Creo que, No, tarde o temprano seres tontos porque la mayoría de nosotros hacemos lo que otros hacen y pocos analizamos o pensamos.
Nuestra condición evolutiva como seres humanos es la de ser seres creyentes y los creyentes somos seguidores, por eso nos movemos en grupos, en manadas, en partidos políticos o asociaciones y; muy pocos, como los científicos, intelectuales son analíticos, críticos y pensadores, es decir, son buscadores y generalmente se mueven solos.
vale la pena preguntarse: Sí no somos los más tontos.