En 2018 Andrés Oppenheimer escribió un libro titulado “Sálvese quien pueda” y como subtítulo “el futuro del trabajo en la era de la automatización. En el libro ya advertía que el 47 % de los empleos corren el riesgo de ser remplazados en los próximos 15 a 20 años por robots y computadoras con inteligencia artificial.
Esta advertencia a muchos de los jóvenes y trabajadores no les causó la menor curiosidad para atender el llamado y, continuaron con la inercia de los viejos paradigmas embelesados en sus zonas de confort laboral y profesional.
Imaginar la velocidad con la que se están desarrollando los avances tecnológicos en la inteligencia artificial es difícil de enterarse oportunamente porque son trabajos que desarrollan, los gigantes de la tecnología, en secreto hasta el momento en que salen a la luz pública y; ¡oh! Sorpresa, ignoramos sus impactos. En noviembre del año pasado Microsoft puso en funcionamiento el ChatGTP y ¿qué es este chat? el ChatGPT es un sistema de chat basado en el modelo de lenguaje por Inteligencia Artificial GPT-3, desarrollado por la empresa OpenAI. Es un modelo con más de 175 millones de parámetros, y entrenado con grandes cantidades de texto para realizar tareas relacionadas con el lenguaje, desde la traducción hasta la generación de texto, ello implica que cualquier persona puede hacer artículos de cualquier tema con una calidad en su contenido muy precisa. Pueden hacer el trabajo de un periodista o una tesis profesional o un ensayo con rigor, aparentemente, científico.
En palabras simples es un robot para realizar tareas específicas y con el cual puedes interactuar, le haces preguntas y el chat te los responde, por ejemplo, le pides que te haga un artículo periodístico sobre el conflicto en Ucrania y te lo hace de inmediato bien estructurado con algunos datos y referentes, tanto o mejor que el de un periodista.
Oppenheimer no estaba equivocado. Este fenómeno cibernético me deja frío y me quedo estupefacto, me provoca muchas preguntas en torno al ser humano. Crecí con la idea de que el ser humano es un ser único, superior y con una conciencia que solo él posee. En el primer cuarto del Siglo XXI comunidades científicas ya no están tan seguros de que así sea. La cibernética ha puesto en cuestión al sujeto racional como estándar de la inteligencia y conocedor de lo que es correcto hacer y pensar.
Cuando veo en mi familia a hijos, hermanos y sobrinos pegados a sus celulares o en los restaurantes a los comensales atentos con sus celulares, me pregunto si son señales y ahora con el ChatGTP, el preludio de la esclavitud o muerte del sujeto racional.
La inteligencia artificial todo lo esta haciendo más simple y más fácil de hacer, con la menor energía y el mayor rendimiento. Pensar esta dejando de ser una tarea esencial en la naturaleza humana.