La empresa anunció ayer que decidió vender el 14.76 por ciento que le resta de participación accionaria de Heineken, luego de 13 años de ser socia del grupo holandés.
"Después de analizar a fondo nuestras plataformas de negocio, incluyendo sus oportunidades, planes a largo plazo, y la mejor estrategia para impulsar el crecimiento y la asignación de capital a futuro, el Consejo de Administración aprobó una serie de acciones decisivas", señaló en un comunicado.
Este plan estratégico contempla la desinversión en Heineken, que quedará en los siguientes dos o tres años, "sujeta a condiciones de mercado".
Cervecería Cuauhtémoc fue fundada en 1890 y pasó a ser parte de Femsa en 1988, cuando esta se constituyó.
Femsa indicó ayer que, como resultado de los cambios anunciados, y una vez pagados los impuestos correspondientes derivados de la venta de activos, contará con recursos que usará prioritariamente para pagar deuda y elevar sus inversiones en sus divisiones de negocios, como Femsa Comercio, Coca-Cola Femsa y Femsa Digital.
Y si sobra, lo que la empresa identifica como "capital excedente", se devolverá a los accionistas. Es decir, podría decretar dividendos.
En la parte financiera, la salida de Femsa de la cerveza le resultó un buen negocio.
Primero, en 2010, Femsa pactó cederle el 100 por ciento de su división Cervecería a Heineken a cambio de quedarse con una participación del 20 por ciento del grupo holandés.
En ese momento, esa participación valía 7 mil 347 millones de dólares.
Luego, en 2017, Femsa vendió un 5.24 por ciento de Heineken en 2 mil 990 millones de dólares.
Si hoy vendiera el 14.76 por ciento restante de Heineken al precio que tuvo la acción ayer, obtendría 8 mil 600 millones de dólares adicionales.
Esto es que, en términos nominales, podría obtener al menos 11 mil 590 millones de dólares por la venta del 20 por ciento de Heineken, unos 4 mil 243 millones arriba de lo que valía hace 13 años.