De ser uno mismo El Patrón que ordenó asesinar a Ciro Gómez Leyva y el sujeto que descubrió la Comisión Nacional de los Derechos Humanos anterior a la 4t como quien orquestó la matanza de Los 43 de Ayotzinapa, los “neoliberales y corruptos” del peñanietismo y los progres del cuatroteísmo son responsables de consentir que siga libre un multihomicida consuetudinario.
En la audiencia judicial del viernes, donde fueron presentados 11 de los 12 capturados por el fallido intento del 15 de diciembre contra el periodista, se supo que acataron instrucciones de alguien apodado El Patrón, de la banda Jalisco Nueva Generación.
Y entre sus 25 “datos de prueba”, la policía descubrió que varios de ellos hablaron de su compinche El Barth (el que disparó hacia la cabeza de Ciro y asesinó después por hablador al conductor de la motocicleta), diciendo que se había escondido en una casa de Michoacán propiedad de un tal Armando, alias El Patrón, probable jefe de una estructura delictiva.
En sus desoídas recomendaciones, la CNDH dejó constancia de un El Patrón como quien instruyó a Guerreros Unidos asesinar a los normalistas rurales el 26 de septiembre de 2014.
Desde su Segundo Reporte Preliminar del 14 de abril de 2016, la CNDH reveló la existencia de un enigmático El Patrón, atribuyéndole la autoría intelectual de la ejecución atroz de los estudiantes.
Con lujo de detalle, en el Apartado 26, la CNDH de Luis Raúl González Pérez, basada en la investigación de la Oficina Especial a cargo de José Trinidad Larrieta, delineó el perfil de El Patrón: un testigo informó haber visto y escuchado en el Puente de El Chipote un diálogo entre policías federales y municipales de Iguala, diciendo que a los normalistas los llevarían ante El Patrón para que éste definiera su destino. Uno de los no involucrados declaró que su jefe César Nava, subdirector de la policía de Cocula, trabajaba para El Patrón.
Ni el gobierno de entonces ni el actual cumplieron las recomendaciones (que habrían resuelto materialmente el caso de aquella masacre) y siete años después ninguna autoridad se ocupó de identificar a El Patrón.
Con el tiempo, las escisiones y recomposiciones en los grupos criminales han degenerado. Recuérdense los orígenes y nexos de grupos ligados al cártel de Sinaloa, al que pertenecieron los hermanos Beltrán Leyva, de donde surgió el grupo Guerreros Unidos.
En cuanto a El Patrón del caso Ciro, la participación del CJNG no excluye la posibilidad de que otra pandilla se ocupara del encargo y uno de sus capos encargara eliminar al objetivo a un grupúsculo o a un líder pandillero.
Tocaba a los gobiernos de Peña Nieto y López Obrador investigar y descubrir la identidad y atrapar a El Patrón, pero nada hicieron, nada han hecho.
Si se trata del mismo sujeto, quizá el atentado contra Ciro Gómez Leyva jamás habría ocurrido.
Aplica Derbez para principiantes en El Patrón surgido en ambos casos: ¿coincidencia o destino…?