El 21 de febrero se celebra el Día Internacional de la Lengua Materna; México tiene la diversidad lingüística más alta de América.
La discrimación que sufren indígenas o hablantes de lenguas maternas ha provocado que se dejen de transmitir estos idiomas a las nuevas generaciones, explicó Jacobo Sandoval Vázquez, hablante de náhuatl, en Cuernavaca.
Morelos cuenta con 38 mil 110 personas, mayores de 3 años de edad, que se reconocen como hablantes de alguna lengua indígena. Las lenguas más habladas en la entidad son: náhuatl, mixteco, tlapaneco y zapoteco. Esto de acuerdo al Censo de Población y Viviendo del 2020, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Cabe señalar que las personas que se reconocen como hablantes de alguna lengua originaria no necesariamente la dominan en su totalidad, pues actualmente son muy pocos los habitantes que aún hablan su lengua al cien por ciento.
“Tlajmiyojtle, significa raíz y en sí la lengua es muy importante. De un pueblo, de un país, de una región, porque dentro de la lengua está la forma de pensar, la forma de actuar, la forma de sentir de un pueblo. Entonces, es importante que todos esos valores que tiene una lengua, sea preservarla, porque ahí está la esencia del ser humano, la forma en cómo va a ver el mundo, la forma en cómo va a reaccionar ante el mundo. Por eso es muy importante porque es una manera de darte identidad y de ser quien eres”, mencionó Jacobo Sandoval Vázquez, originario de Cuernavaca, hablante y estudiante del náhuatl de la comunidad indígena de Tetelcingo.
Sandoval Vázquez, también manifestó que gran parte del riesgo y la desaparición de las lenguas maternas se debe a la
discriminación dentro de la sociedad, que han orillado a los hablantes a dejar de trasmitirla en sus propias familias por temor a las burlas y a las violencias culturales que viven constantemente.
Mantener vivas las casi 7 mil lenguas maternas del mundo ha representado un enorme desafío para los
gobiernos y las sociedades, pues según datos de la UNESCO, alrededor de 3 mil lenguas podrían desaparecer antes del fin del siglo, a razón de que cada dos semanas se pierde una de ellas, y esto representa la alarmante desaparición de todo un patrimonio cultural e intelectual en el mundo.