Del odio al amor ¿sólo hay un paso?
Junio de 2010, Zócalo de Cuernavaca, once y media de la mañana. Decenas de aficionados al futbol disfrutaban de la transmisión del mundial de Sudáfrica en la pantalla gigante que el alcalde ManuelMartínez Garrigós había instalado en la explanada del Palacio de Gobierno. La algarabía aumentaba cada vez que Rafa Márquez desbordaba por las laterales y lanzaba el centro para que Carlos Vela intentara rematar pero siempre el portero sudafricano Itumeleng Khune se quedaba con el balón.
De pronto se escucharon tres sonidos ensordecedores que espantaron a quienes estaban cerca de las jardineras. Eran petardos lanzados desde un automóvil que había pasado por la calle Hidalgo y enfiló a toda velocidad hacia Boulevard Juárez.
Erick Salgado, Sergio Prado y otros (entonces jóvenes) priístas echaron a correr para tratar de alcanzar a los “aprendices de terroristas”, sin lograrlo.
—Fueron esos pinches panistas— dijo Erick Yair, brazo derecho del alcalde y a la postre presidente del Comité Municipal del PRI.
—Pero les vamos a partir su madre cuando los topemos— amenazó Sergio Prado, quien le cargaba la mochila al primero.
En realidad, los Jóvenes en Acción solamente sedesquitaban de lo que ellos —los priístas—, les habían hecho antes, cuando el PAN era gobierno estatal y municipal. En una sola noche, los del tricolor habían llenado el centro de Cuernavaca con pendones que decían: “Váyanse ya, con los bolsillos llenos pero váyanse”.
Fue un grupo de aguerridos jóvenes que Manuel Martínez Garrigos había conformado para buscar por enésima ocasión la alcaldía de Cuernavaca. Ahí estaban Jorge Meade González, Mario Chávez Ortega, Jonathan Márquez, Erick Yair Salgado y Diego Gómez, algunos descendientes de reconocidos priístas y otros que sólo buscaban una chamba para subsistir.
Ellos fueron los que lograron arrebatarle el Ayuntamiento de Cuernavaca a los panistas que gobernaron de 1997 a 2009 en el siguiente orden: Sergio Estrada Cajigal, Raúl Hernández, Adrián Rivera y Jesús Giles. Como ocurre con todos los partidos que llegan al poder, buscan crear cuadros que los sustituyan, y esa fue la función que desempeñaron jóvenes como los hermanos Terrazas, los Hernández, los Adame Alemán y al que se unió (se presume que en 2012) Francisco Javier Rodríguez, mejor conocido como “El Señorón”, detenido en abril del año pasado.
La participación de los Jóvenes en Acción era organizar “batucadas” y agitar las banderolas en las campañas, pero también tenían “misiones secretas” de sabotaje como lanzar cohetones durante el partido Sudáfrica—México en pleno Zócalo de Cuernavaca, para echarle a perder su evento al gobierno priísta.
Del otro lado, los jóvenes priístas desempeñaron un papel fundamental en el periodo de Martínez Garrigós, sobre todo cuando el Comité Directivo Municipal tuvo que asumir las funciones de Comité Estatal y Comisión de Elecciones, ante la ausencia de Amado Orihuela, quien dejó la dirigencia para buscar la candidatura a gobernador.
Hay una fotografía donde aparecen (en ese orden), Jorge Meade Jr., Erick Yair Salgado, Mario Chávez Ortega, Rodrigo Gayosso y Jonathan Márquez, todos con su “Blackberry” en las manos mientras que atrás, casi inadvertido, Sergio Prado Alemán.
¿Dónde están actualmente esos “chavos”?
Jorge Meade ha andado literalmente “del tingoal tango”, y ahora dice que quiere ser presidente municipal de Cuernavaca por el PRI. Erick Yair se pasó al partido Morena y actualmente está en el equipo de Adán Augusto López que buscará la presidencia de la República en el 2024. Mario Chávez al parecer se retiró de la política y hoy es empresario gastronómico. Rodrigo Gayosso fue candidato del PRD a la gubernatura del estado en 2018 y tras su estrepitosa derrota se desconoce su paradero.
Jonathan Márquez fue al que mejor le fue, pues se hizo amigo del yautepequense Eliasib Polanco y éste lo presentó con Alejandro Moreno, que a la postre fue presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, haciendo a Jonathan dirigente estatal y a Eliasib diputado local.
Sergio Prado Alemán —el que le sostenía la mochila a Erick Salgado—, después le cargó el portafolio a Rodrigo Gayosso y actualmente es presidente de lo que queda del PRD en Morelos.
¿Y Manuel Martínez Garrigós? Bueno pues él intento ser candidato a gobernador en 2012, se pasó a Morena, fue funcionario del gobierno de AMLO por unos meses y regresó a Morelos, donde estuvo a punto de ser el candidato de Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Cuernavaca y ahora parece que quiere regresar al tricolor, pues recientemente fue captado en el evento en el que Isaí Zebadúa tomó protesta como presidente del Comité Directivo Municipal del PRI en Cuernavaca.
Pero ¿Qué creen? Ahora resulta que todos los antes mencionados se quieren unir en una alianza para conquistar la gubernatura del estado en el 2024. Sí, los Terrazas que les tiraron petardos a Meade y a Prado Alemán ahora son “amiguis” y quieren conformar una coalición para evitar que Morena llegue a Palacio de Gobierno.
Incluso se han dejado ver en fotografías muy sonrientes Jonathan, Dalila (cabeza visible de los Terrazas) y Sergio Prado. Por su lado, la actual diputada federal por Movimiento Ciudadano, Jessica Ortega de la Cruz, no descarta que el partido naranja pudiera integrarse a esa coalición y en una de esas hasta Nueva Alianza se adhiere.
El problema es que aún no se ponen de acuerdo sobre los candidatos que van a impulsar, tanto a la gubernatura como a la alcaldía de Cuerna vaca (que por tradición ya es una antesala de la gubernatura).
De acuerdo a lo que hemos podido sondear, el PAN pediría poner candidato a gobernador y tienen cifradas sus esperanzas en que José Luis Urióstegui acepte, para que los Terrazas busquen la alcaldía capitalina, diputaciones o senaduría.
El PRI está proponiendo al senador Ángel García Yáñez, a Eliasib Polanco (aunque usted no lo crea) o Laura Ocampo Gutiérrez para la gubernatura y a Jorge Meade para la presidencia municipal de Cuernavaca. Obviamente, la plurinominal uno para Jonathan.
El PRD no tiene cartas para jugar ni argumentos para debatir, así que tendrá que conformarse con lo que le dejen. En determinado momento, el ex secretario de Gobierno, Matías Quiroz, sería su mejor elemento, aunque es obvio que Prado Alemán exigiría una posición plurinominal.
Movimiento Ciudadano está dispuesto a ir con José Luis Urióstegui (siempre y cuando así lo ordene su jerarca Dante Delgado) pero si deciden que sea mujer lanzaría a su mejor carta: Jessica Ortega de la Cruz.
Al parecer los ex jóvenes del PRI, PAN y PRD, hoy convertidos en dirigentes partidistas, ya olvidaron sus viejas rencillas y hasta se toman fotos juntos, pero de ahí a que se pongan de acuerdo en quién es la candidata o el candidato que puede ganarle al hoy “partido aplanadora” que se llama Morena, hay mucho trecho.