El jurado encontró que los testimonios demostraron la culpabilidad de Genaro García Luna más allá de la duda razonable en 5 cargos: uno por participar en una empresa criminal, 3 por conspirar para traficar cocaína y uno por hacer declaraciones falsas durante su proceso de naturalización en Estados Unidos.
García Luna quedó en custodia del servicio de Marshals de Estados Unidos, quienes lo regresaron al Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn, Nueva York. Su capítulo dentro de prisión apenas comienza, y el próximo 27 de junio regresará a la misma sala de la Corte de Distrito Este para escuchar su sentencia por haberse dejado seducir por el dinero del narcotráfico cuando tenía que haber combatido a las organizaciones que generaban millones de dólares.
Para el gobierno estadunidense, García Luna es un traidor. Un funcionario mexicano que decidió dar la espalda a sus responsabilidades para ponerse del lado de los cárteles más poderosos del país en la primera década de los años dos mil en México: “García Luna, quien estuvo en el pináculo de las agencias de la ley en México, ahora vivirá el resto de su vida habiendo sido revelado como un traidor de su país y a los miembros honestos de las agencias de la ley que arriesgaron sus vidas para desmantelar cárteles de la droga”, dijo el fiscal de Estados Unidos para el Distrito Este de Nueva York, Breon Peace, la condena en contra del ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.
El agente especial de Investigaciones de Seguridad Interna, Iván J. Arvelo, dijo por otra parte que: “las organizaciones criminales no pueden funcionar al nivel del Cártel de Sinaloa sin el apoyo de políticos corruptos como Genaro García Luna, quién los ayudó y apoyó.”
Por otro lado, el abogado de Genaro García Luna, César De Castro, hizo evidente su desacuerdo con el veredicto: “estamos extremadamente decepcionados por el veredicto de hoy. Tras varios años de intentar construir el caso contra el señor García Luna con evidencia creíble y confiable, el gobierno fue forzado a quedarse con un caso construido en las espaldas de algunos de los criminales más notables y despiadados que testificaron en esta corte. El gobierno no tenía evidencia confiable para corroborar a sus testigos.
Ahora, la defensa del ex funcionario mexicano se prepara para, a más tardar el 7 de abril, presentar una apelación ante la declaratoria del día de hoy, en tanto los fiscales preparan un reporte presentencia donde establecerán los criterios para sentenciar a García Luna, como gravedad de las ofensas y la cantidad de droga traficada.
El juez Brian Cogan será quien establezca la sentencia condenatoria de Genaro García Luna, que, según el Departamento de Justicia, será mínimo de 20 años de prisión y máximo de por vida.
El destino de Genaro García Luna venía en 3 hojas en las que con 17 palomitas los 12 miembros que conformaron el jurado de su caso por tráfico de cocaína declararon culpable al ex secretario de Seguridad Pública de todos los cargos y las 6 violaciones que se le imputaron: la guerra contra las drogas de García Luna no fue como la contaba.
Tras 3 sesiones de deliberación, en los que se revisó a detalle la evidencia y los testimonios que se presentaron a lo largo de casi 4 semanas de audiencias.
Eran las 2:44 de la tarde en Brooklyn, Nueva York, cuando el juez Brian Cogan dijo “han alcanzado un veredicto”, y llamó a sus asientos al jurado. Sin embargo, tuvo que enviarlos de vuelta a deliberar un par de minutos más porque no habían llenado la casilla de culpable o no culpable para el cargo por una empresa criminal continua.
Habían comenzado desde las 9 de la mañana y no habían solicitado más que una nota acerca del aseguramiento de 5 toneladas de cocaína en un narcosubmarino en 2008, relacionado con un delito incluido en el cargo por pertenecer a una empresa criminal continua.
Para el momento en que fue llevado a la sala donde despacha el juez, Genaro García Luna ya lucía con el rostro descompuesto y rojo, con el ceño fruncido. Estaba a momentos de escuchar una decisión que impactaría el resto de su vida. Unos 5 metros atrás, su esposa Linda Cristina Pereyra, la única familiar que lo acompañó en cada audiencia, escuchaba con atención cada indicación del juez Cogan junto a los dos hijos que tuvo con el mexicano: Genaro y Luna.
“¿Es correcto que llegaron a un veredicto unánime?”, preguntó nuevamente el juez Cogan. “Sí, su señoría”, respondió la jurado número uno en representación de sus once compañeros. Culpable, culpable, culpable. El juez Cogan leyó los 5 cargos y 6 violaciones, todos con una declaratoria de culpabilidad. “¿Representa su veredicto?”, volvió a preguntar el juez, a lo que cada uno de los miembros del jurado respondieron con un “sí, su señoría.”
“Han hecho un trabajo notable, son libres de irse”, les dijo Cogan a los miembros del jurado.