*SICILIA: UN GRAN ACTOR
Hay que reconocérselo: Javier Sicilia, secretario de Comunicación de la Universidad Autónoma de Morelos (UAEM) y vocero del autodenominado Frente Amplio Morelense (FAM) del cual forma parte nuestra máxima casa de estudios, resultó superior al maestro Andrés Soler en materia de actuación. Es un experto en el arte dramático y domina la escena conforme lo requiera. Puede plantarse ante reflectores de manera bravucona y soberbia tal como lo hizo el domingo anterior junto con rescoldos del Movimiento Magisterial de Bases (MMB) para anunciar el boicot al nuevo ciclo escolar, y también lucir una personalidad humilde y sacerdotal aprovechando el tema de las víctimas de la violencia, lo cual le salió muy bien ayer en el Centro de Derechos Humanos “Miguel Agustín Pro” (CDMX), donde volvió a emplear su mejor don: la manipulación a través del lenguaje simbólico.
Esta película la vimos el 23 de junio de 2011, cuando el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, fundado por Sicilia en Cuernavaca a raíz del asesinato de su hijo Juan Francisco (y seis personas más), logró sentar al presidente Felipe Calderón en el banquillo de los acusados teniendo como escenario el Palacio de Chapultepec. Ahí manejó un discurso con alto componente simbólico cuyo colofón fue la entrega de un escapulario al mandatario panista que, según dijo el poeta, le obsequió uno de los deudos de las víctimas de la violencia. Es importante subrayar que ninguno de los acuerdos pactados ahí por Calderón y Sicilia se cumplió, pero fue evidente la institucionalización posterior que de dicho Movimiento consiguió el gobierno federal, pues a partir de aquel montaje en el Alcázar, Sicilia se replegó… hasta que volvió a la carga en la UAEM con el título de secretario de Comunicación. La institución es la plataforma desde donde ahora apuntala la precampaña del rector Alejandro Vera hacia el “Hándicap Morelos 2018”. Los recursos de la Universidad colocados al servicio de una pandilla.
Experto en propaganda “negra”, Sicilia volvió a referirse ayer al caso de las fosas de Tetelcingo, que ha utilizado para sostener su discurso impugnativo hacia Graco Ramírez (como perico el rector repite el mismo lenguaje). Empero, a diferencia del frecuente tono madreador dirigido al gobernador, ayer lo escuchamos (a través de Radio UAEM, faltaba más) con voz pausada y tenue, como si nos estuviera susurrando algo al oído, al borde de las lágrimas, para asestar el golpe: “El gobierno morelense cometió crímenes de lesa humanidad y quién sabe a cuántos hombres, cuántas mujeres, jóvenes y niños, ha mandado desaparecer”. Presente de nuevo el lenguaje simbólico, ese que tiene por fuente las experiencias confusas y elementales de los deseos humanos, y cuyo objetivo es movilizar cargas emotivas de gran intensidad. Y de manera perversa volvió a exhibir a familiares de víctimas, esos que atestiguaron la presencia de otras instituciones durante la exhumación en Tetelcingo, pero que la víspera fueron ignoradas.
Casi simultáneamente el gobernador Graco Ramírez ofreció otra conferencia de prensa (también en CDMX) para responder las agresiones del FAM. Su discurso contiene varios párrafos útiles para comprender la embestida de Vera Jiménez y Sicilia, secundados por cartuchos quemados de otros movimientos opositores a Graco. Pero destacaré lo siguiente. Los pasados dos días, entre allegados a la dupla académica se propaló la falsa versión de que el gobierno de Morelos tenía que responder a 17 denuncias penales interpuestas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ante la PGR. Pretendieron achacárselas a Graco, pues. Pero nunca dijeron que 11 de esos expedientes se relacionan con el gobierno del panista Marco Adame Castillo (2006-2012) por desviaciones presupuestales en el sector salud y el IEBEM, y las otras seis están abiertas contra la UAEM: una corresponde al periodo de Fernando Bilbao (2006-2012) y cinco a la gestión del belicoso rector Vera, quien por algo pretende evitar cualquier ejercicio fiscalizador (ya acumuló cuatro multas aplicadas por la ASF). Es más: ha condicionado el diálogo con el gobierno morelense a la suspensión de las auditorías ya iniciadas. ¿Le aplica el dicho de “el que nada debe nada teme”? Me parece que no. Por lo demás, Graco volvió a referirse a quienes hace tiempo se situaron como detractores suyos, en tanto son opositores a los matrimonios igualitarios, a la modernización del transporte público y a quienes siguen utilizando el discurso sobre el descontrol de la violencia para sacar raja.
Este día los del FAM, con Sicilia y Vera a la cabeza (en ese orden) echarán su resto encabezando la caravana que partirá de la Glorieta la Paz a la Secretaría de Gobernación y quizás al Senado de la República. La Dupla ansía que el conflicto se transfiera al gobierno federal como lo consiguió el poeta en 2011 colocando de rodillas a Felipe Calderón, aunque a la postre, una vez domesticado, se hizo “amigo” del mandatario y de su esposa Margarita Zavala. Desquiciarán CDMX con el objetivo de instalar una “mesa de diálogo” que les reditúe reflectores, reflectores y más reflectores; la publicidad para decir: “¡Arrancamos rumbo al Hándicap Morelos 2018!”. Desde que inició el conflicto UAEM-Gobierno estatal por las fosas de Tetelcingo, Sicilia y Vera han manejado eficazmente el lenguaje simbólico. Hoy asumen el papel de guerrilleros setenteros para socavar los símbolos perredistas del Poder Ejecutivo y proceder a colocar los de… vaya usted a saber quién. Desgraciadamente para Morelos se han burlado de los destinatarios de dicho lenguaje simbólico, aprovechando las emociones de nuestro amado pueblo. A ver.
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