Vivimos tan absortos en la rutina de nuestros trabajos o en el mundo de las noticias, información o publicidad o en el mundo de los deportes, la ciencia y tecnología, la educación o las finanzas o en el entretenimiento de novelas, películas o series de Neflix o entregados a alguna religión, todos ellos, en mayor o menor grado, tratan de llenar nuestro tiempo existencial y; sin darnos cuenta, tal vez nos estresan más y afectan a nuestra mente, cuerpo y emociones, invariablemente, nos alejan de la esencia que nos hace seres humanos plenos y con frecuencia olvidamos que la experiencia de nuestras vidas está sucediendo en el cuerpo-mente.
Para que todo lo anterior suceda de acuerdo a nuestros intereses de vida necesitamos expandir nuestra consciencia.
Este concepto es vital para enfrentar las amenazas del día a día, especialmente, con los avances de la ciencia y tecnología. Sin consciencia es como andar por el mundo a la deriva o haciendo lo que otros hacen o permitiendo que los demás piensen por uno.
El Internet y los celulares llamados inteligentes son herramientas poderosas para acceder a información de todo tipo y son extraordinarios facilitadores para la comunicación simultánea, pero también son herramientas cautivadoras para el entretenimiento y aún más, los celulares se están convirtiendo en una extensión del cuerpo y de la mente. Ya no podemos andar por la vida sin un celular. Los celulares se han apoderado de nuestro tiempo y controlan nuestra atención y en gran medida parte de nuestro ser. En muchas personas ha generado una adicción compulsiva, sin celular no existo.
Y ahora con la inteligencia artificial (robots) en nuestras manos como el ChatGTP el cual nos está generando una fascinación novedosa, que sin duda irrumpirá en nuestras vidas como el gran facilitador de nuestras inquietudes y de nuestra capacidad de razonar y de pensar. El riesgo es que muchos quedemos atrapados, cautivados, ensimismados y dominados por su poder adictivo.
Y nuestro cuerpo y cerebro ¿qué? Quedaremos a merced de la inteligencia artificial ¿Qué acaso no vemos la amenaza venir? Me parece oportuno pensar en lo que somos y tenemos. Nuestro cuerpo y nuestro cerebro son lo más maravilloso que tenemos, somos la inteligencia viva más extraordinaria, somos, valga la comparación, la más fascinante supercomputadora inexplorada en toda su dimensión, producto de millones de años evolutivos. No olvidar, que podemos percibir olores, sabores, colores, experimentar sentimientos, deseos, pasiones y eso que llamamos amor.
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