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EL ASALTO A LA RAZÓN

Reacción de los 'Goebbels' de Morena

 

La manta de ayer frente a Palacio Nacional con la leyenda #GarcíaLunaNoSe Toca bajo la imagen del aludido y el logotipo del PAN confirma la perversidad del oficialismo para denostar a quienes protestaron contra el descuartizamiento del INE y la chatarrización de la democracia.

El infame y burdo gesto de apoyo a la insidia sembrada en las mañaneras ocupó los cuatro pisos superiores de las oficinas del Congreso capitalino que dominan la mayoría morenista y sus secuaces del PT y el Verde.

De lo dicho por la periodista Beatriz Pagés resalta su “crónica de un fraude anunciado”, de un “golpe a las libertades” que debe impedirse porque “callar nos haría cómplices de una reforma electoral maquinada para despedazar al INE y facilitar una ruta a una dictadura electoral”.

Al instituto y a la democracia se les utilizó “para llegar al poder y hoy quieren matarlos para impedir la alternancia”, sostuvo, llamando a “ir por los abstencionistas, los decepcionados y los arrepentidos” para conseguir la alternancia en el 24 porque “ante el fracaso y la falta de resultados, ya huelen su derrota y preparan la estafa”, de modo que se impone sufragar contra “la mentira y mediocridad. Votemos en contra de populismos depredadores y autocráticos”.

El mensaje conclusivo fue del constitucionalista injuriado por AMLO como “corruptazo, hipócrita y conservador” ministro en retiro de la Suprema Corte, José Ramón Cossío, quien hizo ver que “para entrar en vigor, las reformas tienen que ser publicadas”. Entonces “se romperá el ciclo político” de las mismas y “la política dejará de hablar. Lo harán el Derecho y los órganos de impartición de justicia”.

Quienes han retorcido las leyes electorales “quieren controlar las próximas elecciones”, razonó, por lo que “no solo hemos querido llenar el Zócalo sino ocupar, respetuosa y temporalmente, la Plaza de la Constitución, el espacio físico que alude a la estructura jurídica que reconoce nuestra pluralidad política y nuestra composición pluriétnica”, así como “los frenos y los contrapesos para quienes temporalmente ocupan el poder. Temporalmente”, enfatizó, previniendo que “si los procesos electorales no se realizan debidamente, una persona puede asumir, puede creer que su proyecto de gobierno puede sernos impuesto sin importar lo que pensemos”.

Definió el plan B como un “intento deliberado y consciente” de quienes quisieron “hacerse desde la Constitución con el sistema electoral”. Recordó que “los propios legisladores del gobierno identificaron múltiples violaciones en los procedimientos legislativos y en los contenidos de las iniciativas”, pero “se negaron a dialogar con sus pares y con nosotros los ciudadanos...”.

Categórica y exitosa, la demostración de repudio al atentado a las normas electorales fue replicada en decenas de ciudades en México y el extranjero, pero los Goebbels del cuatroteísmo repetirán la pendejada de que los manifestantes únicamente quisieron “defender sus privilegios…”. 

Carlos Marín

cmarin@milenio.com

Ámbito: 
Nacional