Si efectivamente en México hay más democracia que en EEUU, ¿por qué la quiere reducir?
Florestán
López Obrador sigue alterado con el arribo de la ministra Norma Lucía Piña a la presidencia de la Corte y no su candidata, Yasmín Esquivel, atrapada en el conflicto de tesis que le impidió competir.
Y eso que es el primer presidente, desde Zedillo con su reforma de 1994, que nombra cuatro ministros en sus primeros tres años de gobierno, siempre pensando en su proyecto y una Corte a su servicio, como la tuvo durante el lapso en que la presidió Arturo Zaldívar: el primero fue Juan Luis González Alcántara, en 2018, cuando Enrique Peña Nieto le cedió la designación que le correspondía; Margarita Ríos-Farjat, a la salida obligada de Eduardo Medina Mora, y Yasmín Esquivel por Margarita Luna Ramos, ambas en 2019, y Loretta Ortiz por Fernando Franco, en 2021. Los cuatro necesarios para bloquear cual decisión en la Corte le incomode.
Pero el 2 de enero los ministros eligieron a Piña por seis votos a cinco sobre Gutiérrez Ortiz Mena, candidato de Zaldívar y vetado por AMLO.
Y desde el día 2 se lanzó contra Piña y la desdeñó. Dijo que no hablaría con ella, cuando sigue reuniéndose con su antecesor, y ayer llegó al punto de afirmar que con la nueva presidenta han aumentado las sentencias a favor de delincuentes y que el Poder Judicial está infectado de corrupción, construido para proteger a corruptos y a las élites del poder, a diferencia, especificó, de cuando estaba Zaldívar que en su presidencia había más vigilancia, suya, claro.
En fin, que la jugada en la Corte le salió mal y hoy la quiere cobrar al Poder Judicial, del que ayer, afirmó, no es autónomo.
Y esto va para peor.
Lo veremos cuando voten su plan B.
RETALES
1. REFORMA. Vienen dos constitucionales. Una, la que modifica el artículo 33 para que los extranjeros puedan intervenir en política, y otra el 58 para reducir la edad para ser senador de 25 a 21 años, y para diputados de 21 a 18. Y se acabó el gobierno de las reformas constitucionales, legislativamente hablando, claro;
2. DESEOS. El Presidente y Hacienda anunciaron que este año la economía crecerá más de 3 por ciento. Pero ayer el Banco de México se fue lejos de esa meta-deseo oficial al revisar a la baja su previsión que ya traía en 1.8 por ciento, a 1.6, la mitad del oficialismo; y
3. REMATE. Primero fue Antony Blinken, al que López Obrador descalificó, y con razón, y ahora tendrá que ser al fiscal de Estados Unidos, que declaró en el Congreso que no hace lo suficiente contra el fentanilo, aquí podría decir que allí no hacen lo suficiente para reducir su consumo, y remató Ken Salazar, quien a contramano de Palacio respaldó la concentración del domingo en defensa del INE, que es la democracia en acción que se debería celebrar. Y que la Corte tendrá la última palabra, dijo. Le toca mover, Presidente. Ande, mueva.
Nos vemos mañana, pero en privado
Joaquín López-Dóriga
@lopezdoriga