Prevén que, de seguir esa tendencia, el País debilitará más calificación crediticia
Las calificadoras Moody's y Standard & Poor's encendieron el foco rojo al señalar que el Gobierno de México tiene poco margen de maniobra para evitar una baja en su calificación crediticia.
A diferencia de lo que ocurría hace 5 o 10 años, el País no tiene mucho espacio para asumir deudas adicionales, como pasivos de las empresas estatales, pues eso debilitaría aun más su posición crediticia, detalló en conferencia de prensa Jaime Reusche, analista principal de calificaciones soberanas para México de Moody's.
"México ha perdido espacio fiscal y hay muy poco margen para absorber pasivos contingentes," indicó.
Mientras que la Administración federal asegura que habrá disciplina financiera y la deuda del País se estabilizará en el corto plazo, para Moody's, el endeudamiento seguirá creciendo.
"El Gobierno nos dice que en 20172018 su deuda se estabilizará.
Nuestro escenario base es que llegará a 39 por ciento del PIB en 2019 y, en un escenario más negativo, podría llegar a 40 por ciento del PIB", dijo Reusche.
En los tres primeros años del presente sexenio, la deuda del Gobierno federal, que no incluye a Pemex ni la CFE, aumentó 6.1 puntos porcentuales como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) al pasar de 26.9 por ciento en 2012 a 33 por ciento al cierre de 2015, según Hacienda.
En tanto, la deuda del sector público, que incluye a empresas productivas, avanzó 10.1 puntos porcentuales: de 2012 a 2015, su proporción respecto al PIB pasó de 33.1 a 43.2 por ciento.
El incremento de la deuda del Gobierno mexicano será consecuencia de los apoyos que deberá entregar a Pemex porque tiene necesidades de financiamiento de alrededor de 20 mil millones de dólares, explicó Reusche.
"Pemex podría complicar la estabilidad de la deuda que pretende el Gobierno", agregó.
Joydeep Mukherji, director de Analistas de Deuda Soberana de México de S&P Global Rating, dijo que, en las últimas décadas, el sector público realizó grandes inversiones -especialmente en Pemex para elevar la producción de petróleo-, pero cuestionó su efectividad.
En una década en la que México disfrutó de una bonanza con altos precios del crudo y alzas en la producción de Pemex, "¿a dónde fue ese dinero?", cuestionó Mukherji.
Afirmó que, si no se considera la inversión en la petrolera, el gasto del sector público en infraestructura ha sido muy bajo.
De mal en peor
Dos de las calificadoras más influyentes del mundo ven difícil el panorama mexicano. Moody's evalúa a México con una calificación de A3, pero con perspectiva negativa, es decir, hay más probabilidad de que baje en los próximos meses.
Standard & Poor's cambió de estable a negativa la perspectiva de la nota crediticia del País, que actualmente está en BBB+.