LA PELÍCULA se podría llamar "Regreso sin gloria" y trata sobre tres consejeros electorales que se sintieron con la talla suficiente para ser magistrados... y no dieron el ancho.
A VER con qué cara regresan mañana al Consejo General del INE los consejeros Marco Antonio Baños, Adriana Favela y Beatriz Galindo, luego de que fueron descartados a las primeras de cambio en el proceso de selección de los nuevos integrantes del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
LOS TRES hicieron una apuesta bastante alta, en la que el destino no les deparó la mejor suerte. Y ahora regresan al lugar del que se querían ir. A ver si no llegan cantando aquella que dice: "No soy de aquí, ni soy de allá...".
EL CIELO albiazul amanece nublado con fuertes tormentas al interior del PAN, donde el joven Ricardo Anaya necesitará algo más que suerte para poder salir avante.
SU ANTECESOR y ex jefe, Gustavo Madero, rompió lanzas con el queretano al confirmar lo que dentro del panismo era un secreto a voces: que le había prometido hacerlo presidente de la Cámara de Diputados... y no le cumplió.
POR PARTE de la dirigencia nacional panista, el mensaje es otro: nunca hubo tal acuerdo. Tan es así, comentan, que el propio Madero se opuso hace un año a que Marko Cortés fuera nombrado coordinador parlamentario. Primero en la plenaria de Tijuana y luego en el Consejo Nacional.
SI HUBIERA existido acuerdo entre Anaya y Madero, cuestionan en el PAN, ¿qué sentido habría tenido para el hoy diputado hacer todo aquel irigote? Como que no cuadra, dicen.
Y MIENTRAS Madero y Anaya se despeinan jugando al "yo dije, tú dijiste", el que sonríe complacido es Rafael Moreno Valle.
Y AHORA, la pregunta del día: ¿quiénes fueron los únicos tres gobernadores priistas que no llegaron a la reunión de ayer en la dirigencia nacional de su partido? Si pensó en Javier Duarte, César Duarte y Roberto Borge, evidentemente le atinó.
EL DE Chihuahua dijo que tenía trabajo, el de Quintana Roo que lo acaban de operar y el de Veracruz, ni pío dijo. Y qué bueno que no fueron porque se habrían sentido muy incómodos con el discurso de Enrique Ochoa que volvió a atizarle a los casos de corrupción tricolor, ante los mandatarios en funciones y electos de su partido.
POR CIERTO que finalmente le puso nombre a los casos de otros partidos contra los que enfocará las baterías: la corrupción de Guillermo Padrés en Sonora; los moches panistas en Yucatán, y el tiradero de Marcelo Ebrard en la Línea 12.