Tensa relación IEBEM-SNTE
Al hacer un “recuento de los daños” del proceso electoral que se llevó a cabo el pasado 22 de febrero en la Sección XIX del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), arribamos a la conclusión de que no sólo hubo perdedores directos como Oswaldo Sánchez o Felipe Castro, sino indirectos como Gabriela Bañón o el director del Instituto de Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM), Eliacin Salgado de la Paz.
No es secreto para nadie que la ex dirigente magisterial centró todas sus esperanzas en la planilla naranja que encabezó Oswaldo Sánchez y que Eliacin Salgado apoyó a Felipe Domínguez con la finalidad de tener un comité directivo “a modo”, como se había venido teniendo.
Sin embargo, la llegada de Joel Sánchez Vélez a la secretaría general del SNTE Morelos obliga a Bañón y a Eliacin a replantear sus ESTRATEGIAS si es que no quieren salir “raspados”, pues se entiende que ahorita Joel es quien tiene “la sartén por el mango”.
Desconocemos si ya hubo pláticas o acuerdos entre Joel y su antecesora (quien —aseguran— prácticamente vació las oficinas de la avenida Galeana) pero lo que sí nos enteramos es que ya hubo un encuentro oficial entre la nueva mesa directiva y el responsable de la Educación Básica en el estado de Morelos y las cosas no salieron tan bien.
Eusebio Gimeno, un periodista de la vieja guardia que nos honra con su amistad, publicó ayer la versión de que la visita de los nuevos “machucones” del magisterio al IEBEM no fue bien vista por el funcionario, sino que incluso hubo un momento en que “perdió los estribos” y manoteó a sus visitadores.
Así narró el veterano reportero el desaguisado que se habría dado en las oficinas de Lomas de Cortés el pasado viernes:
“Habló primero el profesor Joel Sánchez Vélez presentando a sus compañeros de trabajo iba con ellos el profesor Armendáriz oriundo de Coahuila y delegado nacional del comité ejecutivo nacional del SNTE.
“Palabras más palabras menos, Sánchez Vélez dijo a Eliacín que este nuevo grupo sindical iba a luchar auténticamente por los derechos de los trabajadores de la educación, que había muchos pendientes, que había muchos errores y, sobre todo, que habían muchas inconformidades de los compañeros jubilados que están que trinan contra Eliacín porque no les han pagado la prima de antigüedad que ya ganaron incluso con una sentencia.
“Y además muchos casos documentados de tráfico de plazas, de tráfico de influencias, de mal funcionamiento en el sistema de educadoras, en primarias, en secundarias técnicas, muchos vicios y muchas corruptelas que se van a corregir. Eliasín no aguantó el señalamiento de que iban a defender los derechos de los maestros, y sorpresivamente montó en cólera, perdió el estilo, perdió la compostura”, escribió Eusebio.
Eliasín podrá negarlo, pero él sabe que no es la primera vez que pierde los estribos. Hay un video de una visita que le hizo un grupo de maestros que no lo querían dejar salir de su oficina y reaccionó violentamente. En otra ocasión, en una reunión con maestros en el restaurante “El Secreto” con educadoras.
Para algunos maestros, Eliasín ya cumplió su ciclo al frente del IEBEM y debe darse por bien servido. Desde que fue asesor de Cuauhtémoc Blanco en la Presidencia Municipal de Cuernavaca se ganó su confianza llevándole gente que eran maestras y maestros a quienes convencía de que él iba a ser el director del IEBEM cuando el alcalde fuera gobernador.
Ya como director del Instituto cumplió con varios encargos políticos que le mandaron desde Casa de Gobierno, pero a últimas fechas ya no tiene qué ofrecer ni al Ejecutivo ni a los maestros. Por eso le concedemos razón a nuestro amigo Gimeno cuando dice que Salgado de la Paz, “ya no es un interlocutor válido, no resuelve, y pierde el control, extravía la vertical, el estilo, cuando se enardece en público y en privado, exhibe un descontrol de sus emociones, como que está enfermo de los nervios, o que tiene algunos otros problemas con medicamentos”.
Un señalamiento que le hacen es que tiene como hombre de confianza a un supervisor de secundaria general qué le sirve como filtro de toda la documentación que firma, desde administración, planeación, recursos humanos. Pasa primero en acuerdo con Vicente Hernández Sánchez, qué de manera incorrecta pone antefirma como muestra de “luz verde”, a pesar de que no tiene ningún nombramiento como funcionario del IEBEM, y está ocupando una plaza que hace falta en las escuelas.
También, hay plazas de supervisor que para obtenerlas es necesario aprobar exámenes muy rigurosos que se hacen vía internet, y quienes los han aprobado después de mucho esfuerzo, se encuentran con que “no hay plazas”, a pesar de que es evidente la necesidad de cubrir espacios en los centros educativos de la entidad.
Y bueno, si de compromisos incumplidos hablamos, tenemos el caso de aquel reportaje que publicamos sobre la desaparición de 45 millones de pesos que el Congreso del Estado etiquetó para la fabricación de uniformes escolares durante el gobierno de Graco Ramírez, y que al principio de su gestión Eliasín prometió una “auditoría forense” para saber qué ocurrió con ese dinero.
Hasta el momento no tenemos noticia de que alguien haya sido sancionado por esos hechos que fueron una especie de “Estafa Maestra en chiquito”, pues el dinero se fue diluyendo.