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SERPIENTES Y ESCALERAS

Morelos: indicadores vs. teoría del complot

Mientras el movimiento social en su contra crece en Morelos y ayer llegó hasta la Secretaría de Gobernación para pedir su dimisión, el gobernador Graco Ramírez responde a los inconformes con el maniqueo discurso de “conspiración” en su contra y niega que la situación del estado en inseguridad, corrupción y violencia se haya agravado durante casi cuatro años de mandato. Sin embargo, indicadores y cifras oficiales, medidas por instituciones federales y organismos privados, contradicen el discurso de que “todo está bien” y arrojan saldo negativo en su administración.

La primera queja de los morelenses se refiere a la inseguridad. Antes de tomar posesión del cargo, en octubre de 2012, Graco Ramírez se comprometió como gobernador electo a que “en 180 días” devolvería al estado “la seguridad que le fue robada desde Jorge Carrillo Olea”. Pasaron esos seis meses y lejos de disminuir la inseguridad y los principales delitos, repuntaron en su gobierno.

Por ejemplo, el delito de secuestro, una de las principales denuncias del Frente Amplio Morelense cuya comisión fue recibida ayer en la Segob, creció en los primeros dos años de su administración, con 150 secuestros denunciados en 2013 (la cifra más alta en la historia del estado) y 115 secuestros en 2014, mientras en 2015 disminuyó a 32 secuestros, y en lo que va de 2016, ha repuntado con 23 denuncias hasta julio. Eso ha hecho que el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) ubicara a Morelos en primer lugar de secuestros en el país en 2012 y 2013, segundo en 2014 y tercero en 2015.

Los homicidios dolosos en el estado, aunque bajaron en relación a 2012 —el año más violento con 862 denuncias— se mantienen entre los más altos a nivel nacional, según datos del SNSP. En 2013 se denunciaron 596 homicidios, 416 en 2014, para 2015 subieron a 495 y hasta junio de 2016 se reportan 330 asesinatos violentos. En los últimos 4 años Morelos ocupó el cuarto lugar en homicidios dolosos a nivel nacional, por cada 100 mil habitantes.

Lo mismo ocurre con la extorsión; Morelos lleva cuatro años en primer lugar nacional y pasó de 260 denuncias en 2012 a 400 en 2013 y 350 en 2014. Para 2015 bajaron a 172 y hasta julio del presente año se reportan 39 casos. Mientras, el robo de vehículos está entre el lugar 3 y 4 del país, con un promedio de 2 mil 500 vehículos robados cada año, entre 2012 y 2015, y más de mil 537 autos robados hasta julio de 2016.

Pero la seguridad no es el único indicador que contradice el discurso de “mejoría y bienestar” del gobernador Ramírez. En materia de crecimiento y actividad económica la entidad reporta cifras negativas en los últimos años. El Inegi reportó que los últimos dos trimestres de 2015 y el primer trimestre de 2016, Morelos registró variaciones negativas en su actividad económica de 0.2 y 0.1 con relación a trimestres anteriores, muy por debajo de otras entidades que crecieron; mientras en su reporte de 2015 el observatorio económico México ¿Cómo vamos? ubicó al estado como el de menor crecimiento económico de todo el país, con 0.5%, con alto déficit en la generación de empleos y “pobreza laboral”, que creció de 47.5% a 52%. Eso por no mencionar las denuncias de “fuga de capitales” en la entidad ante el clima de inseguridad y la baja captación de Inversión Extranjera Directa.

Con esas cifras y datos en indicadores básicos de la situación del estado, ¿dónde está la conspiración de “sectores retardatarios” que vehementemente repite el gobernador de Morelos en espacios mediáticos que lo defienden? O parafraseando al clásico —al que por cierto detesta— ¿dónde está el compló contra Graco?

NOTAS INDISCRETAS… Anoche, tras varias horas, la comisión de 30 integrantes del Frente Amplio Morelense seguían reunidos en Gobernación con el director de Enlace de la dependencia, Alejandro Ozuna. Los morelenses insistían en la destitución del gobernador y en someterlo a juicio político… Hablando de gobernadores, el que libró ayer las acusaciones de “promoción personalizada” en elecciones locales y federales de 2014 y 2015 fue el de Chiapas, Manuel Velasco. Los magistrados del Tribunal Electoral federal exoneraron al mandatario chiapaneco y dijeron que no violó la ley con los spots donde se promocionaba su imagen durante aquellos comicios… En donde sí no termina de librarla Velasco es en el conflicto de la CNTE. Ayer seguían los paros en casi la mitad de escuelas del estado, mientras los daños por bloqueos y plantones seguían creciendo. Para dar una idea, el conflicto magisterial actual le ha costado a Chiapas más en términos económicos de lo que le costó el conflicto armado del EZLN en 1994. De ese tamaño es el daño a uno de los estados más rezagados del país… Los dados mandan Escalera doble. Subimos.

Ámbito: 
Nacional