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ESTRATEGIAS

No fue robo, sino fraude

 

A Roberto le interesaba vender su auto Sonic 2013 por lo que puso un anuncio en la red social más popular para ver si alguien quería comprarlo. Muy pronto hubo respuesta. Una señora dijo que le gustaba el vehículo, pero quería verlo, por lo que acordaron verse en una plaza comercial muy conocida.

“Llegó la señora y vio el auto y me dice que sí lo quiere y que su esposo trabajaba en Pemex y me lo pasó por teléfono y me pidió mi tarjeta para efectuarme el depósito; yo creyendo en ella le mandé los números de mi tarjeta y según que su esposo iba a ir al banco a efectuarme el depósito.

“Le llama a esa mujer y le dice que según ya efectuó el depósito y me manda a mi teléfono la foto de la ficha de depósito a donde aparecía mi nombre y la cantidad que según ya me había depositado, yo al ver la ficha deposito con mi nombre me confíe y la señora me dice que le entregué el auto y los papeles porque su esposo ya había depositado pero yo como que no estaba muy confiado le dije que todavía no me había llegado ningún depósito a mi cuenta y pues se molestó y me salió que entonces le regresará el dinero que ya me habían depositado su esposo y se puso muy agresiva me decía que ya su esposo me había mandado la ficha de depósito y la verdad me apendeje  y le entregué el auto con todo y papeles.

“Al siguiente día que era sábado fui al banco y resulta que el depósito lo efectuaron con un cheque de otro banco por lo cual tendría que esperarme hasta el lunes para ver si pasaba  y para mí sorpresa que el cheque no tenía fondos le estuve hablando y me bloqueó  y mi problema fue que cuando fui a la fiscalía de recuperación de vehículos  me dijeron que no podían hacer nada porque lo que me hicieron fue un fraude porque yo entregué el vehículo y los papeles de manera voluntaria, por tal motivo me tuve que ir al levantar la demanda por fraude pero ya no va a ser lo mismo porque no lo suben a plataforma para reportarlo como robado”.

El anterior relato es uno de tantos que se encuentran en Facebook. Los delincuentes no descansan en su labor de encontrarle vericuetos a las leyes para conseguir sus propósitos, y aunque los diputados de las legislaturas buscan como tapar esas lagunas legales, la verdad es que los malhechores les llevan mucha delantera.

“Cuando (el delincuente) llega a la cita va, a procurar hacerlo con el depósito ya realizado, ese depósito o ese cheque pueden ser apócrifos, porque van a falsificar el baucher o porque el cheque va a ser uno sin fondos”, explicó Penélope Rojas Rodríguez, Fiscal para la Atención del delito de Robo de Vehículo y Transporte de la Fiscalía General de la Ciudad de México. 

Sin embargo el fraude opera en dos niveles y puede llevar a la tercera víctima a la cárcel, ya que el delincuente adquiere el auto pero al mismo tiempo ya tiene un comprador a quien se lo vende barato y en efectivo. Al comprarlo, ese ciudadano incurre en el delito tipificado como encubrimiento por receptación que significa que adquirió el auto aun cuando éste tiene problemas legales.

“En una primera instancia el delincuente compra un auto con dinero inexistente y posteriormente lo vende a una segunda víctima quien lo adquiere de buena fe.

“Hablamos de dos delitos: se comete el de fraude en agravio de un ciudadano y ese ciudadano, al no tomar las precauciones necesarias respecto a la procedencia del vehículo comete el delito de encubrimiento por receptación”, señala la fiscal.

No sobra mencionar que, en el remoto caso de que los responsables fueran detenidos, la penalidad para el delito de robo de vehículo con violencia es mucho mayor que para el fraude.

Desde hace muchos años existe el Registro Público Vehicular, el famoso y conocido REPUVE, que concentra todos los automotores registrados en el país, y que tiene un aviso cuando éste tiene reporte de robo, pero ¿qué pasa cuando fue sustraído en circunstancias como las que mencionamos al principio.

La Fiscalía General de la Ciudad de México acaba de crear el Registro de Automotores de Procedencia Ilícita (RAPI), donde no solamente aparecen los vehículos reportados como robados, sino también aquellos que aparecen en una carpeta de investigación relacionados con el delito, como puede ser el fraude o cualquier otro ilícito.

La mala noticia es que sólo contiene información reportada por la Fiscalía capitalina, y ni teniendo al super fiscal Uriel Carmona y a la experta en derecho, Alicia Vázquez Luna, como responsable de la Seguridad Pública de Cuernavaca, se les ha ocurrido  implementar esta aplicación que ayudaría mucho a reducir el índice delictivo de fraudes y abusos de confianza.

Por su parte, las diputadas y los diputados de la LV Legislatura están muy ocupados en otras cosas como para crear o modificar alguna ley que permita la implementación de un sistema de registro de vehículos pero no sólo aquellos que fueron robados con violencia, sino también los que sus propietarios entregaron bajo la creencia de que estaban haciendo una compra-venta.

Lo único que nos queda a los ciudadanos es buscar la forma de protegernos a nosotros mismos. Hacernos desconfiados en todo tipo de transacciones que involucren grandes cantidades de dinero y checar tanto el REPUVE como el RAPI, aunque en ésta última, sólo encontraremos referencia de aquellas carpetas de investigación iniciadas en la capital del país.

La otra recomendación es no acudir solos a vender o comprar un vehículo, pues recientemente conocimos del caso de un muchacho que, después de entregar las llaves del vehículo y la factura, los dos sujetos que venían a bordo de una motocicleta, le dieron de balazos y huyeron con su coche.

Desgraciadamente en este país, en este estado y en este municipio, la delincuencia le lleva la delantera a la Policía, y los ciudadanos quedamos en estado de indefensión. No queda otra que asumir que tenemos que protegernos nosotros mismos lo mejor que podamos, pues ya se vio que a las Policías Municipales le interesa más montar operativos para detectar personas que manejan en estado de ebriedad (lo cual es muy válido), que realizar patrullajes para detectar a delincuentes en flagrancia.

Lo peor del caso es que —al menos en Cuernavaca— ocupan vehículos y elementos del Ejército Mexicano para evitar que los automovilistas se escabullan por las calles alternas al operativo del alcoholímetro. 

Al final del trienio se deberá hacer una evaluación muy seria para ver en qué porcentaje se redujeron los accidentes automovilísticos provocados por el alcohol, de cuánto fue el ingreso por concepto de multas e infracciones a personas que dieron positivo al alcoholímetro y, el nivel de aceptación en la población, lo que seguramente se reflejará en votos.

HASTA MAÑANA.

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