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VIDA POLÍTICA

LOS CUERNAVACOS, ADVIERTEN QUE VAN POR LA CABEZA DEL CUAUH…

 

En casi ocho meses del gobierno de Cuernavaca, no hay grandes cambios comparados con la administración anterior, contrariamente pareciera que al igual que Jorge Morales Barud al ex futbolista Cuauhtémoc Blanco le gusta solapar los actos de corrupción, antes concebidos por la familia Yáñez Moreno y ahora a través del multinacional y alcalde en funciones José Manuel Sanz Rivera.

Ayer, el ex director de Gobernación, Edgar Contreras MacBeath, reveló parte de las acciones ilícitas que incurre el alcalde como su secretario Técnico, asesor y padre extralimitativo, José Manuel Sanz Rivera, como son la protección a centros nocturnos y empresarios que son sus amigos.

La ausencia del presidente municipal en la capital morelense es notable, diariamente es evidenciado el olvido que tiene por Cuernavaca como lo tuvo su antecesor, sobre todo en las calles.

La ineficacia de Blanco en el gobierno capitalino es tan grande que los delitos de alto impacto van en incremento, tanto que si la sociedad los denunciara entonces la Fiscalía General del Estado de Morelos estaría colapsada operativa y financieramente.

Cifras extraoficiales, señalan que en Cuernavaca hay entre uno y dos secuestros a la semana, robos a vivienda van en aumento y muchos han pegado -incluso- a servidores públicos del primer nivel del gobierno estatal como municipal, pero tratan de mantenerlos en silencio.

Pero de lo anterior ni Cuauhtémoc Blanco ni Jesús Alberto Capella Ibarra, comisionado estatal de Seguridad Pública, tienen conocimiento, porque el primero está más en la Ciudad de México preparándose para su próximo partido en Roma y el segundo viaja en vuelos especiales más hacia Tijuana o San Diego (en los Estados Unidos), donde vive su familia.

Es por ello que hoy tenemos una ciudad abandonada, inundada de baches, sucia, sin servicios medianamente regulares y con la incapacidad de una persona por tratar de poner orden al interior de un ayuntamiento que hoy está perdido y sin rumbo.

Parece que habrá otros dos años más para la Ciudad de la Eterna Primavera malos, porque de administración pública ni el Cuauh ni su manager conocen de la administración pública y manejan el ayuntamiento con ocurrencias.

A José Manuel Sanz Rivera no le interesa en lo mínimo la ciudad, está en sus negocios y por desconocimiento de la misma sale a  realizar “convenios” en un territorio que le corresponde a Huitzilac, por ello el accidente automovilístico de hace una semana y media.

Morelos no es Cuernavaca, es una frase que le repiten diariamente a Cuauhtémoc Blanco sus asesores, quienes tratan de hacerlo entender que la administración pública no es un asunto de un partido de futbol, como tampoco un asunto que sea solucionado con berrinches y recordatorios maternos.

Hoy el pueblo está en contra del gobernador Graco Ramírez sin confabulaciones ni posturas extremas, pero mañana lo estará contra Cuauhtémoc Blanco, porque al momento mantiene una administración del fracaso, del exceso y la corrupción que impera en todas sus áreas.

El gobierno municipal de Cuernavaca es inútil a los intereses de la sociedad, sigue sin responder a sus principales demandas y todavía tiene en contra sus propios trabajadores.

Desde que fue fundada la capital morelense no hay recuerdo hacia un alcalde que tenga toda una sociedad en contra, como la de Jorge Morales Barud y la de Cuauhtémoc Blanco.

Con Jorge Morales Barud la corrupción y el exceso fueron su principal distintivo, ahora con el ex futbolista se suman dos más: el alejamiento y su desinterés por un pueblo que creyó en su palabra de hombre, que como tal sigue sin cumplir.

Al igual que con Jorge Morales Barud, con Blanco en la corrupción están inmiscuidos muchos y el mismo Cabildo, con quienes hace negocios y sus integrantes para mantenerlos callados les ofrece plazas laborales y en caso de dejar de proporcionarlas, el dinero a manos llenas les llega sin contratiempos a los concejales.

La corrupción en el ayuntamiento de Cuernavaca es tan grande como la figura en el futbol de Cuauhtémoc Blanco, como el peso “deportivo” al nivel internacional de José Manuel Sanz Rivera.

Y al final la carrera política del Cuauh quedará en debut y despedida, porque no tiene nada de fondo para responder a una sociedad que le otorgó todo su apoyo y diariamente suele quitárselo porque simplemente su palabra de hombre no ha sido honrada como tal, es más ni parece de barrio.

Lo más grave, es que si dentro de sus arranques  y locuras tanto el Cuauh como Saenz llegan a despedir al Tesorero Alejandro Villarreal Gasca, en ese mismo momento, ambos estarán cavando su tumba, porque si en ocho meses han logrado mantenerse como “enanos políticos”, es un instante no solo se verán fuera del gobierno, también, dentro de un penal, por corruptos, cínicos y burlones.

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