El homo-sapiens en su carrera por conquistar la simpleza de la vida a través del desarrollo tecnológico, parece haber llegado a la cúspide en materia de inteligencia artificial y; para muchas personas que se desempeñan en el mercado laboral, este avance científico tecnológico se ha convertido en una amenaza porque pueden ser desplazados en sus trabajos.
Es cierto que estos Chatbots como ChatGTP, Dard, Bing y todas aquellas plataformas que utilizan algoritmos matemáticos para almacenar, procesar Big Datas y emitir respuestas a preguntas o soluciones a posibles problemas ordinarios. Para ser más preciso, Los creadores de ChatGTP 4 refieren que las capacidades de este tipo de robot están directamente relacionadas al lenguaje y a su esencia multimodal. Es capaz de realizar con asombrosa precisión tareas como generación de texto, resúmenes, traducción, respuestas a preguntas complejas y más. ¡Guauuuu! ¡Asusta!
Porque este invento modificara nuestra manera de vivir y relacionarnos, es decir nuestra cultura. La amenaza es real porque esta inteligencia artificial dice Yuval Noah Harari “sus consecuencias de su desarrollo podrían ser desastrosas. Hemos inventado algo que nos quita poder” “son las primeras tecnologías de la historia que crean historias”. Bajo esta amenaza y este contexto vale la pena no olvidar que del cerebro del homo-sapiens ha brotado todo cuanto hemos creado científica y tecnológicamente, aún más, hemos creado el arte, la filosofía, la poesía, la música, en fin, toda nuestra creatividad e imaginación, ahora se ha desbordado en la creación de los robots. Podríamos decir que nuestro cerebro es la más brillante creación de inteligencia que el proceso evolutivo nos ha brindado y muchos de nosotros ni siquiera nos hemos percatado de ello y; tal vez por eso, nuestra propia creación nos de miedo y se constituya en una amena real.
Esta amenaza proviene, tal vez, del uso amoral y falto de ética que sus creadores y usuarios le den con los propósitos de engañar y aprovecharse de la riqueza que pueden generar con estos dispositivos. Me parece, que los chatbots si son más eficientes en el manejo de datos y sus algoritmos matemáticos para reutilizarlos y ampliar sus bases de datos y operar como una memoria gigante (big data) y que puede disponer a través de sus procesos de otras inteligencias para ampliar sus bases de información y; en ese sentido, son súper poderosas. Bajo esta circunstancia tienen más poder que un homo-sapiens y ante ellas ser superados. Está a discusión sí son capaces de experimentar emociones y sentimientos, lo cierto es como lo ha sugerido Harari “Es que la nueva generación de IA (Inteligencia Artificial) no se limita a difundir los contenidos que producen los humanos. Puede producir el contenido por sí misma. Trate de imaginar lo que significa vivir en un mundo en el que la mayoría de los textos y melodías, y luego las series de televisión y las imágenes, son creados por una inteligencia no humana. Simplemente no entendemos lo que significa. ¿Cuáles podrían ser las consecuencias de que la IA se apodere de la cultura?” esta es una excelente pregunta abierta para todos.
Estamos ante la revolución tecnológica más sorprendente y aún ignoramos las que vienen. Me parece oportuno estar atentos de sus alcances y consecuencias amenazantes, para exigir se pongan los candados jurídicos necesarios como ya lo ha hecho la sociedad chilena.
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