El sitio de Matamoros
La sicosis estalló ayer de nueva cuenta en Matamoros, Tamaulipas. Las principales avenidas, y todos los accesos a la ciudad, amanecieron bloqueados por unidades de carga y de transporte público. El narcobloqueo abarcó 16 puntos estratégicos.
Usuarios de redes sociales captaron el momento en que alumnos de una secundaria técnica eran bajados de su transporte y comenzaban a correr por la calle, despavoridos.
Las redes se poblaron de imágenes de vehículos atravesados y de ponchallantas y de llantas incendiadas.
Un día más de violencia en la frontera tamaulipeca.
Se comenzaron a viralizar imágenes de persecuciones en brechas:
“¡Aquí venimos, pura gente del jefe Scorpion 19, Scorpion 45 y Scorpion 20!”.
Imágenes de “monstruos” abandonados.
Imágenes de vehículos perforados por las balas.
La secundaria Emiliano Zapata lanzó un comunicado que informaba que no lograban localizar a tres alumnos que habían sido bajados del transporte escolar.
Usuarios de la ciudad de Reynosa subieron videos en donde se oía el tableteo de las armas.
La prensa local informó de una persecución en la carretera Reynosa-Río Bravo, que ocasionó el fallecimiento de un individuo que quedó dentro de un Toyota Corolla.
En las cercanías del municipio de Méndez la Guardia Estatal localizó dos “monstruos” calcinados y cuatro vehículos abandonados.
El gobierno de Américo Villarreal señaló que esa madrugada de narcobloqueos había más escándalo que verdadero peligro. Sostuvo que no se habían registrado actos de violencia y pidió el apoyo de los ciudadanos para que no difundieran noticias falsas.
En una conferencia de prensa, el gobierno de Villarreal informó que la normalidad se había restablecido una hora después del inicio de los narcobloqueos y que existía “una abierta intención de grupos políticos del pasado que, utilizando las redes sociales de manera perversa buscan confundir y desinformar a la opinión pública estatal y nacional”.
“A través de mentiras –agregó–, afirman hoy que nuestro estado está en llamas… Esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador lo dijo muy claro: Tamaulipas y el gobernador Américo Villarreal Anaya están siendo atacados por intereses mezquinos de los que se fueron”.
La prensa local informó, sin embargo, de las caravanas de hombres armados y los enfrentamientos en brechas y caminos vecinales que conducen a San Fernando.
De hecho, un enfrentamiento sostenido por la Guardia Estatal, y ocurrido ayer pasadas las dos de la tarde –siete horas después de la supuesta vuelta a la normalidad–, dejó cinco muertos en las inmediaciones de San Fernando.
En el estado las versiones se contraponen. El gobernador afirma que lo que se está viviendo es producto de la pugna entre el Cártel del Golfo y el Cártel del Noreste. Otras fuentes del estado sostienen que el conflicto es entre las facciones del Cártel del Golfo que dominan Matamoros y San Fernando.
Américo Villarreal ha negado que haya participación del Cártel Jalisco Nueva Generación en el conflicto, aunque hace unos días, tras un enfrentamiento en Jiménez, la Guardia Estatal encontró camionetas abandonadas que tenían las siglas del CJNG, y circularon decenas de videos en que miembros del Cártel del Golfo retaban a integrantes de la organización que dirige Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”.
Desde hace meses, por lo demás, fuentes del gobierno federal han referido la existencia de una alianza entre una de estas fracciones y el CJNG.
Al margen de lo anterior, durante las primeras horas de la mañana de ayer, nadie entró ni salió de Matamoros: los ciudadanos quedaron varados y aterrorizados a consecuencia de los narcobloqueos –¡16!– y los reportes de balaceras y persecuciones que corrieron por el Valle de San Fernando, se sumaron a las noticias de los enfrentamientos que desde hace dos semanas tienen a la frontera en llamas.
Para el gobierno de Villarreal, sin embargo, esta es una de las formas de la normalidad.
Todo lo demás, son maquinaciones mezquinas.
Ahí están, sin embargo, las crónicas de la prensa y los testimonios de los ciudadanos.