Quiero agradecer la oportunidad de poder colaborar a partir de hoy, cada miércoles con La Jornada Morelos.
El lunes de la semana pasada, La Jornada Morelos nos sorprendió con la entrevista que hizo al General de División Diplomado de Estado Mayor Alfonso Duarte Múgica quien desde hace cuatro años causó alta en la honrosa situación de retiro tras 49 años de servir ininterrumpidamente a México. La entrevista sacudió a la esfera política local, pues el General Duarte dio a conocer su legítima aspiración a ser gobernador de Morelos por la oposición.
Muchos creían que ya estaban definidas todas las candidaturas de ahí que la irrupción del General Duarte causó sorpresa.
Contrario a las conjeturas, chismes y comentarios tendenciosos, la candidatura de Duarte no obedece ninguna línea, componenda ni a ningún grupo político local, mucho menos a algún exgobernador, lo único que el general hizo siguiendo los usos y costumbres castrenses fue el de comunicar su proyecto al Alto Mando del Ejército y recibió el visto bueno correspondiente.
La candidatura, surgió de una genuina propuesta de la sociedad civil, de paisanos y vecinos ixtlecos del general, que ante una entidad rebasada por la inseguridad pública e incluso con regiones geográficas enteras como es el caso del municipio de Huitzilac, en manos de la delincuencia, ven en el General Duarte, hombre de probada capacidad y trayectoria, la solución al flagelo que azota a los morelenses en su integridad física y patrimonio.
No hay morelense que no haya sido víctima directa o indirectamente del crimen en cualquiera de sus diversas manifestaciones y mientras no se pueda garantizar la seguridad de las vidas y bienes de los ciudadanos, cualquier desarrollo social y económico será imposible en el estado.
Muchos han querido amarrar navajas o usar la figura del general, debido a su condición de militar y opositor, como ariete para golpear al gobierno, para su sorpresa se han encontrado con un hombre firme sí, pero mesurado, conciliador, con experiencia y que no piensa hacer de su incursión en la política un circo o campo fértil para denostaciones, el general ha manifestado expresamente su respeto a todos a los contendientes y que su campaña no será de ataques o golpes bajos, sino de altura, de propuestas, y en aras de la pacificación y reconciliación del Estado de Morelos, difícilmente habrá candidato que pueda superar esta propuesta del General Duarte.
A la capacidad en materia de seguridad que es de sobra conocida al General Duarte, no en vano llego antes de los 60 años a General de División y fue comandante de tres Regiones Militares, se suman una destacada carrera profesional, su tesis de Maestría precisamente versa sobre la pobreza como un elemento en la seguridad nacional y su probidad personal, es un hombre honesto en sus bienes y su conducta. Cuando pretenden emboscarlo llevando la conversación al tema recurrente de la militarización, Duarte responde con tino y afirma que la única militarización que contempla es la de compaginar las virtudes y valores del Heroico Colegio Militar con el civismo que debe normar la conducta de los ciudadanos en la sociedad morelense.
Finalmente, la aspiración del General Duarte ha sido recibida con agrado por la mayoría de la sociedad civil, les gusta la idea que se pueda resolver un grave problema de seguridad que parecía ser insalvable, están deseosos de escucharlo y conocer sus propuestas. A quienes en cambio solo esperan servirse de la política o de sus actores para subsistir, evidentemente no les gusto la candidatura de Duarte, pues como coloquialmente se dice: ¡les movieron el tapete!