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EL ASALTO A LA RAZÓN

Deplorable saldo de la “estrategia”

 

Superados los 156 mil 66 asesinatos que se cometieron en todo el sexenio de Enrique Peña Nieto, al reconocer ayer que en los cuatro años y medio que lleva su gestión sumaron ya 156 mil 204, el presidente López Obrador atribuyó al pasado neoliberal y corrupto el preocupante aumento de la cifra:

“Ahora nos dicen ‘¡qué barbaridad, el gobierno de ahora es el gobierno que tiene más homicidios!’, sí”, admitió. Pidió se mostrara en la pantalla una gráfica y comentó:

“Vean cómo nos dejaron el país. Porque es una mala herencia en seguridad. Pero así nos dejaron salud y así nos dejaron educación. Todo el país estaba en bancarrota, el país estaba inmerso en una decadencia, ni siquiera era una crisis, en una decadencia…”.

Se preguntó:

“¿Cómo nos dejaron? Nos ha costado porque, ¿quiénes crearon las bandas, los dos cárteles que funcionan en todo el país?, pues estos”, aseguró, refiriéndose a sus predecesores (desde Zedillo, hace 30 años, hasta Peña Nieto).

Volvió a preguntarse: 

“¿Dónde están los cárteles creados por nosotros, tolerados por el gobierno de nosotros…?”.

Hace cinco años, en una entrevista colectiva con MILENIO (22 de marzo de 2018, con Carlos Puig, Azucena Uresti, Juan Pablo Becerra Acosta, Héctor Aguilar Camín, Jesús Silva-Herzog Márquez y conmigo), siendo candidato a la Presidencia, sus expectativas para mediados o al término de su gobierno eran optimistas:

“Vamos a bajar de 30 a 50 por ciento”.

Ocho meses después, a una semana de asumir la Presidencia, le respondió a Uresti cuál era su meta en el final de su mandato:

“Quiero que bajemos la delincuencia cuando menos a la mitad de lo que tenemos de la incidencia delictiva de los 10, 12 últimos años. Lo logré cuando fui jefe de Gobierno”.

Explicó:

“Había tres, un poco más de tres homicidios diarios en la ciudad, y dejé uno punto ocho en promedio. Esa es mi meta. ¿Por qué estoy optimista? Porque vamos a atender las causas por primera vez, las causas de la inseguridad y la violencia. Este no es un asunto policiaco nada más; esto tiene que ver con prevención, pero sobre todo con crecimiento. Que haya empleo, que se atienda a la gente, que haya bienestar. Todo arranca, inicia, con el bienestar de la gente”.

Para ese propósito creó programas como Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro, y se incrementaron las becas y otros apoyos sociales.

En ese año la media de homicidios era 66 diarios, hoy el promedio es de 83.

Insistía: 

“Espero esa reducción y ese es mi compromiso. Atenderemos las causas…”.

Aquella misma última semana de noviembre del 18, Ciro Gómez Leyva le preguntó:

—¿Sin seguridad no hay cuarta transformación?

AMLO contestó:

“Sí, estoy de acuerdo con eso”.

Confiado en su pronóstico, pero con una idea de estrategia de seguridad que ha resultado ineficaz y hasta contraproducente, enfatizaba y se comprometía:

“Va a haber seguridad, va a haber paz, tranquilidad, porque estoy seguro que los mexicanos van a apoyar; todos nos van a dar su confianza, y le digo a la gente que no le voy a fallar…”.

Ámbito: 
Nacional