Los viejos recuerdan que, en 1975, el presidente Echeverría destapó a su entrañable amigo José López Portillo como candidato a la Presidencia.
Viendo lo inexperto que era, quiso ayudarlo nombrándole gente que le manejara la campaña y lo acompañara en el gobierno.
Echeverría había “destapado” antes, mediante su secretario de Recursos Hidráulicos, Leandro Rovirosa, a siete distinguidos priistas como precandidatos:
1. Mario Moya Palencia, secretario de Gobernación, el favorito de los priistas, pero no del presidente.
2. Hugo Cervantes del Río, secretario de la Presidencia (luego Secretaría de Programación y Presupuesto).
3. Augusto Gómez Villanueva, secretario de la Reforma Agraria
4. Porfirio Muñoz Ledo, secretario de Trabajo
5. Carlos Gálvez Betancourt, director del Seguro Social
6. Luis Enrique Bracamontes, secretario de Obras Públicas
7. El propio López Portillo, improvisado secretario de Hacienda.
Muñoz Ledo fue nombrado presidente del PRI y Gómez Villanueva secretario general.
Esto, se dijo entonces, curaba heridas, unía talentos y reforzaba al nuevo gobierno.
López Portillo sintió aquel diseño de colaboración entre rivales como una trampa de su amigo Echeverría.
Muñoz Ledo fue nombrado secretario de Educación, pero duró sólo un año en el cargo, antes de pasar a la ONU como embajador. Gómez Villanueva fue líder de los diputados, pero también sólo un año y lo mandaron de embajador a Italia.
Al ex presidente Echeverría le cortaron el teléfono de la red presidencial, que conservaba en su casa, y lo nombraron embajador en las islas Fiji.
Así, junto con varios echeverristas presos, terminó aquella versión mexicana del team of rivals de Lincoln (quien formó su gobierno con rivales políticos).*
Recuerdo esto porque parece haber otro proyecto de team of rivals en las reglas sucesorias del presidente López Obrador:
Las reglas son que el que salga 1º en la encuesta, será candidato a presidente; el 2, jefe del Senado; el 3, jefe de los diputados; el 4, miembro del gabinete.
No sabemos si López Obrador conservará el teléfono de la red presidencial para coordinar a los rivales cuando se olviden de que son equipo.