Los carbones de Morena
El negocio del carbón se convirtió en la principal fuente de financiamiento informal de las recientes campañas de Morena y el PT a la gubernatura de Coahuila. No faltaron recursos, pero faltaron votos: la alianza PRI-PAN-PRD los terminó arrasando y ganó con el 57% de los votos.
Pero los compromisos de dinero ahí quedan y marcan una peligrosa y comprometida ruta. No fue algo sorpresivo. Con base en informantes morenistas, lo denunciamos en estas Historias de Reportero el 31 de mayo del año pasado: “Lo que no se apagó es el negocio. El plan de la CFE para este año es comprar el doble de carbón. Cosa de 5 millones de toneladas. Valen como 6 mil millones de pesos… es una gran fuente de ingresos para el gobierno… y para el partido”.
La Comisión Federal de Electricidad ya publicó los datos oficiales y éstos corroboran lo publicado aquí: la CFE aumentó dramáticamente la generación de electricidad con carbón, al pasar de 2% del total en el año 2021 a 6% en el 2022. Esto, en detrimento de la generación con energías limpias.
Lo que no había sucedido en mayo de 2022 cuando abordamos el asunto es que el obradorato se dividió en Coahuila. Armando Guadiana quedó de candidato de Morena al gobierno de Coahuila y Ricardo Mejía Berdeja rompió con el partido y se mudó al PT. En consecuencia, el dinero del carbón se tuvo que dividir.
Según las mismas fuentes, los operadores del negocio del carbón se sumaron con Guadiana, pero el llamado Príncipe del Carbón, Tony Flores, se pegó a la campaña de Mejía y alcanzó una diputación plurinominal. Él es hermano de la actual alcaldesa morenista de Múzquiz, Tania Flores, conocida como la Reina del Carbón por los extendidos negocios familiares en este sector.
Morena adelanta los tiempos flagrantemente y viola la ley electoral: oficialmente las precampañas deben iniciar en noviembre y la candidatura definirse en febrero; pero las corcholatas empiezan precampaña el lunes y habrá candidata(o) en septiembre.
¿Habrá alguna consecuencia para el partido oficial? Se antoja difícil. Siempre lo han hecho así y no pasa nada. La mismita fórmula la han repetido en varios estados para poder hacer campaña desde antes, y el árbitro ha dejado correr el partido.
Ahora se antoja que van a tener aún menos problemas porque hay dos grandes amigos en posiciones claves: Alfonso Durazo dirige el proceso de selección de candidata(o) presidencial en Morena y Guadalupe Taddei supervisa la elección desde la presidencia del INE. Hasta hace unos meses, ella era la máxima autoridad electoral en Sonora, de donde él es gobernador. Dicen los de allá que ambos tuvieron siempre una gran comunicación. Que ella fue extraordinariamente hábil en mantener la institucionalidad hacia afuera y hacia adentro operar todas las cosas que necesitaba el gobernador. Ahora que escaló del terreno local al federal, sus oficios serán puestos a prueba, pero también será mucho más grande la lupa que vigile su actuación.