Grupo Wagner, encabezado por uno de los hombres de confianza de Putin, expone debilidades del Kremlin; ante crisis en Moscú, ejército de Zelenski recorre frente de guerra otro kilómetro; propagandistas cuestionan “perdón” al líder mercenario, quien se exiliará en Bielorrusia
La rebelión contra Vladimir Putin en plena guerra evidencia “fisuras” del régimen, coincidieron aliados de Ucrania, ante la especulación sobre el futuro del Grupo Wagner y su líder, Yevgeni Prigozhin, por exponer al Kremlin y su ejército.
Para el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, la afrenta que lanzó el “chef de Putin” deja en claro las “fisuras en la fachada rusa”, aunque advirtió que dicho sector aún podría mostrar su poder con una mayor revuelta.
“No creo que hayamos visto el último acto”, sentenció el canciller de Joe Biden en entrevistas con CBS y ABC a 16 meses de la guerra agotadora al anticipar meses duros para el que presumía ser el segundo ejército más poderoso del mundo, pese a la aparente calma tras el intento de derrocamiento, en el que Prigozhin —quien aceptó exiliarse en Bielorrusia— apuntaba a la salida del ministro de Defensa, Serguei Shoigu, y el jefe del Estado Mayor, Valeri Gerasimov, como artífices de los repliegues forzados.
Mientras que el exembajador en Rusia John Sullivan recalcó que este hecho corrobora que la debilidad rusa es real.
En tanto, Moscú pactó la salida de quien pasó de leal al principal “traidor” al régimen de Aleksander Lukashenko a cambio de quitarle los cargos de rebelión y evitar “derramar más sangre”, pero no queda claro el paradero de quien fue visto por última vez al abandonar un cuartel militar al sur desde donde dirigió su plan.
Con ello, se desconoce el plan de sus mercenarios, quienes acusaron a la cúpula militar de abandonarlos y mentir sobre el avance contra el defensor.
Dicho panorama fue respaldado por países que suministran armas a Zelenski, aunque regímenes como China y Venezuela externaron su apoyo a Moscú al condenar la desestabilización.
Tras las 24 horas más tensas para el Kremlin, Francia, Gran Bretaña y otras naciones coincidieron en que la situación pone en duda la unidad para “desnazificar” Ucrania, al exponer claramente la división que se alertó a inicios de mes, cuando milicias atacaron la frontera.
Pero el régimen ruso minimizó el impacto de éstas y los reclamos de mercenarios, clave en la toma de aldeas como Bajmut, y tras casi 500 días de bombardeos mostró su momento más débil al defenderse de uno de los hombres más cercanos al líder ruso.
Por ello, gobiernos europeos recalcaron que este escenario favorece a los defensores al aprovechar este rompimiento para ampliar su recuperación, pues según el ejército ucraniano la disputa no se frenó y en las últimas horas avanzó otro kilómetro al replegar a ocupantes, gracias a la contraofensiva ucraniana.
Al respecto, en Londres enfatizaron que éste podría ser un impulso para Kiev que en las últimas semanas lanzó importantes operaciones contra Moscú, con los que recuperaron casi una decena de provincias en el Donbás.
Sin embargo, en Occidente no cantan victoria, pues aliados y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ponen la mira en la seguridad y en Bielorrusia, al advertir que lo del fin de semana puede ser otra farsa o táctica para sorprender.
Ante esta situación, Zelenski conversó con su homólogo de EU, Joe Biden, y los primeros ministros de Canadá, Justin Trudeau, y Polonia, Andrzej Duda, para evaluar la crisis enemiga y cómo afecta el curso de la guerra.
Resaltó que “cada pérdida (rusa) es un fortalecimiento a largo plazo de la libertad”, no sin antes abogar por aumentar la capacidad defensiva de su ejército contra el invasor y resumir que el revés del enemigo muestra que la agresión va de regreso a dónde inició.
Sobre estos escenarios, medios estadounidenses revelaron que la Inteligencia global identificó el plan de Prigozhin días antes de perpetrarlo. Aunque no prosperó, dijeron que se alertó a Biden de lo que se avecinaba al corroborar que “suficientes señales” ante la división entre Rusia y Wagner.
En tanto, en Moscú crecen las interrogantes sobre la situación del líder a sueldo, pues pese a anticipar severas penas en prisión el régimen lo dejó escapar. Propagandistas en favor de la guerra, rechazaron el perdón, al advertir que esa gente debe ser eliminada, aumentando la polarización por las recientes decisiones.
Pero no hay garantías de inmunidad para Prigozhin o aliados, con quienes pudo salir al país vecino, pues en Inteligencia no descartan que intenten matarlo por exhibir al régimen, pues medios y analistas en el mundo recalcaron que Putin no es de los que perdonan y Minsk no es la zona más segura, ante la represión de la dictadura de Lukashenko.
Por separado, el ministro de Defensa local, Oleksi Reznikov, dijo que se acercan a una victoria este mismo año y, aunque el fin de semana resistieron ataques aéreos, descartó una escalada nuclear, al indicar que esto es sólo un amago ruso, pero uno de sus mandos alertó de un atentado contra la planta de Zaporiyia.