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EL ASALTO A LA RAZÓN

Carlos Jiménez y el canijo blindaje

 

Carlos Jiménez, el periodista que el martes recibió en su celular la escalofriante amenaza de muerte contra él y su familia que se hizo viral, es uno de los reporteros más avezados de México en asuntos policiacos.

De él fueron las primeras imágenes e informaciones del brutal atentado contra el secretario de Seguridad capitalina, Omar García Harfuch, y de la ambulancia que los sicarios tenían preparada para secuestrar lo que quedara del funcionario después de acribillar su convoy (lo hirieron gravemente), así como el posterior hallazgo de la misma en una carretera Michoacán-Jalisco. Otras revelaciones memorables fueron la detención del diputado Saúl Huerta por violar a un jovencito de Puebla, delito que negaba, pero Carlos dio la puntilla al caso con los videos del victimario y su víctima en el hotel donde se consumó el crimen. Cubrió la secuela del devastador terremoto en Haití, y reporteó en la Venezuela chavista la carestía, la escasez de alimentos y medicinas y las actuaciones represivas de los grupos de choque del tirano Maduro.

Por su profesionalismo, el reportero Jiménez conduce (de lunes a viernes y de seis a siete de la tarde) C4 en Alerta en el Canal 6 de Multimedios (la empresa madre de Grupo MILENIO). 

La de esta semana no es la primera vez que Carlos se entera de que lo quieren matar. 

En el último año del gobierno peñanietista, por el entonces director de la Agencia de Investigación Criminal de la extinta PGR supo que una organización delincuencial quería asesinarlo. Quien se lo dijo fue el sucesor (a partir de 2016) de Tomás Zerón de Lucio, García Harfuch, el mismo irreprochable y eficiente servidor público que dos años después sobreviviría a un feroz ataque.

Se le asignaron para su protección seis policías federales (tres y tres por jornada) y una Suburban blindada.

Llegó el nuevo y ahorrador gobierno y a los pocos meses le cambiaron la custodia de seis federales por cuatro escoltas del programa de protección a periodistas y le catafixiaron la camioneta inicial por otra Suburban, pero sin blindaje.

Desde ayer, sin embargo, como lo anunció el presidente López Obrador, cuenta ya con una blindada (de modelo más reciente que las anteriores) y Jiménez continúa resuelto a seguir haciendo lo que más le gusta, el periodismo policiaco en que se ha especializado en casi 20 años de practicarlo.

Con lo sucedido hace casi siete meses a Ciro Gómez Leyva (quien vive gracias a la blindada que le habían proporcionado sus patrones) y la experiencia de Carlos con distintos vehículos del gobierno, autoridades y/o empresas no deben escatimar en equipo y personal para proteger a quienes de manera tan indudable viven bajo amenaza.

El blindaje, sin embargo, como se probó con el asesinato de Hipólito Mora, no garantiza que los asesinos fracasen.

Relativa siempre, la inmunidad de las probables víctimas será más efectiva cuando se acabe con la impunidad de los criminales, cada vez más envalentonados por la fallida “estrategia de seguridad…”.

Ámbito: 
Nacional