Cualquier operador del transporte público que dé positivo al control de alcoholemia recibirá fuertes sanciones que pueden llegar a los 21 mil pesos de multas o la suspensión de la licencia.
"Si el operador presenta un grado de alcoholemia de 0.01 por ciento a 0.25 se aplica la sanción pecuniaria que puede ser de cinco a 200 UMA's (Unidades de Medida y Actualización), pero si rebasa de 0.25 se toman otras medidas como la suspensión de la licencia o el retiro de la unidad que será llevada al depósito vehicular", explicó Ricardo Rendón Montealegre, director de Planeación Estratégica, Capacitación e Ingeniería del Transporte de la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT).
A partir del 17 de julio, la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT) aplicará el programa de Aplicación de Apruebas de Alcoholimetría y Toxicología a Operadores del Transporte Público, que implicará sanciones graves a los infractores.
El programa será permanente y se aplicará a operadores de "rutas", taxis, transporte de carga público y privado, con el apoyo de la Comisión Estatal de Seguridad (CES).
En entrevista, Rendón Montealegre refirió que el programa acata la Ley General de Movilidad, por lo que las sanciones también se aplicarán según lo establecido por esa norma federal.
Las pruebas de alcoholimetría se realizarán en la vía pública por el área de Supervisión de la SMyT, mientras que las toxicológicas se llevarán a cabo en las bases de las "rutas", de los taxis y en las empresas, para el caso del transporte de carga privado, explicó el funcionario estatal.
Rendón Montealegre descartó sanciones más severas, en el caso del consumo de drogas, pues dijo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) señaló que los castigos deben ser flexibles "y se aplicarán de
acuerdo a la falta cometida”.