Porfideario con Adela
El domingo que murió Porfirio Muñoz Ledo, Adela Micha difundió la última entrevista de uno de los escasos y más brillantes estadistas mexicanos.
Además de criticar sin concesiones al presidente López Obrador, el invitado a Solo con Adela prodigó perlas como estas:
—Todos los que juegan a la corcholatización son esclavos mentales del Presidente.
—Soy un motorcito. Me fabricaron para hacer cosas.
—Me pongo el saco. Somos los conservadores. Yo soy el conservador de la dignidad ciudadana.
—Andrés es polarizante, quiere que la gente obedezca; yo, que piense.
—El país necesita serenarse. Lo mejor que le puede pasar es pluralizar la vida política.
—Tardó 20 años construir el INAI, la transparencia, y él dice que sus palabras son la transparencia.
—Se le acabó la pista y su concesión al Ejército no es predilección, es temor.
—Lo del narcotráfico nos va a costar históricamente.
—Habemos los eficaces y los simuladores.
—Andrés creyó que la administración de un país o una sociedad es nada más acumulación y no equilibrios.
—La sola acumulación de poder para hacer mayorías no da legitimidad.
—Democracia de mayoría no es democracia, es cesarismo, lo más amenazante para la democracia, que es de pesos y contrapesos.
—La mayoría es la gran trampa del autoritarismo.
—Andrés perjuró: no cumplió cumplir y hacer cumplir la Constitución.
—De la Corte ya le dijeron: “No estamos mancos”.
—La gente va a empezar a perder el miedo.
—Van a ocurrir cosas, más vale que ocurran democráticamente.
—El ego es el equilibrio de la personalidad.
“¿Qué te ha dado la edad?, ¿qué te ha quitado?”, preguntó Adela.
“Eso que crees que quita nadie me lo ha quitado…”.
—El tema de la vejez es demasiado profundo. Confieso que hace varias semanas estuve filosofando mucho y me sugirieron no hacerlo porque empecé a pensar, precisamente en el borde de la edad, qué es el futuro y qué es el pasado.
—Me llevo algo que nadie me puede quitar: nunca me he robado un clavo.
—El presente no existe. Una millonésima de segundo es pasado y otra millonésima es futuro.
—No sostener ninguna religión sería un pésimo negocio para la religión.
—Me gusta la buena vida. Y la mala también.
—Estoy en una época de revisión, me siento mucho más cristiano. Acabé de entender que la idea del pecado es atrasadísima. Los pecados del cristianismo son los pecados de Jehová. Se me ha despertado de nuevo un sentimiento cristiano. Al ser libre pensador me volví agnóstico, pero sí, tengo fe cristiana. Podría ser musulmán.
—Juntarme con mis nietos en el cumpleaños no debe ser una idea fúnebre. Los nietos son un superregalo de la vida.
—La vida no te da los premios que crees. De niño te portabas bien y te daban tu paleta. Después, ¿dónde está la paleta?
—No me atormenta el final, sino la noción de lo ineluctable.
—No me gusta tener pensamientos fúnebres.
—Pronto voy a dejar de hablar del pasado.
—Ya no me atormento. Ya para qué. Ya todo se acabó.
—Así como la vida es una sucesión de momentos, la muerte también lo es y en última instancia no existe...