EL QUE está viviendo en el peor de los mundos posibles es el veracruzano Javier Duarte, pues sigue siendo sin parecerlo; y está pero como si no estuviera.
LO QUE ayer se vio en la sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública es una escena que comienza a ser repetitiva: el gobernador de Veracruz aislado, apartado del resto de los mandatarios estatales, de los funcionarios federales y, sobre todo, del Presidente.
QUEDA CLARO que lo invitan por protocolo pues, a fin de cuentas, sigue siendo el jefe del Ejecutivo veracruzano. Si la ley obliga a incluirlo en estas reuniones, nada lo salva de la ley del hielo.
UN PAR de apretones de manos, breves, de parte de los gobernadores de Tamaulipas, Egidio Torre; y de Zacatecas, Miguel Alonso Reyes; que también están por dejar sus cargos, pero en circunstancias muy diferentes.
VAYA MANERA de concluir un sexenio: sin cargos formales en su contra, pero con todos los señalamientos encima. Un Javier Duarte acusado y apestado.
DONDE las aguas nomás no se calman es en el PAN, pues a cada trancazo de Gustavo Madero, el equipo de Ricardo Anaya hace gala de memoria para sacarle sus trapitos al sol al chihuahuense.
AHORA QUE el diputado federal acusa al queretano de presionar a los gobernadores con el Presupuesto 2017 para que lo apoyen, los anayistas comentan que eso pasaba, pero en la administración de Madero.
TAN ES ASÍ, dicen, que los gobernadores que no lo apoyaban, como los de Baja California Sur o Guanajuato, fueron castigados con menos recursos en el Presupuesto Federal de 2014. Suerte muy distinta a la del sonorense Guillermo Padrés, maderista de hueso colorado.
A LO ÚNICO que no responde el equipo de Ricardo Anaya es al señalamiento de Gustavo Madero en el sentido de que no se vale ser presidente del partido y precandidato presidencial al mismo tiempo.
¿A QUÉ viene Donald Trump? Fácil: a hacer su chamba. Para el republicano resulta ideal reunirse con el amigou Enrique Peña Nieto apenas unas horas antes de presentar su propuesta de política migratoria.
DESDE ANOCHE, el propio magnate insistió en que la base del plan que hoy dará a conocer en Arizona es la construcción de un muro -huuuge!- en la frontera sur.
SIN DUDA el polémico muro será parte de la plática entre Peña y Trump, sobre todo porque hay quienes creen que su construcción podría hacerse no unilateralmente, sino de común acuerdo; no tan graaande, sino medianón; y sí en la frontera sur, pero no de Estados Unidos, sino... ¡de México! ¿Poder ser?