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EL ASALTO A LA RAZÓN

Atroz legitimación de la ilegalidad

Sospechosamente dubitativo, el presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Reyes Rodríguez Mondragón, votó contra el proyecto de la magistrada Janine Otálora para frenar las descaradas precampañas presidenciales del oficialismo y de la oposición (excepto MC), pese a reconocer que la propuesta era “una solución correcta y ética, pero no es la única posible”.

Zigzagueó: 

“Tampoco es la única ética ni correcta, hay otras…”.

En eso se basó para que el Tribunal pasara la papa caliente al Instituto Nacional Electoral para que en cinco días, con el niño ahogado, emita regulaciones y se fiscalicen los procesos que a la vista de todo mundo violan la Constitución y las leyes, poniendo al INE en riesgo de suplantar funciones del Poder Legislativo.

Fingimientos, eufemismos y disfraces marcan el indecente juego de la sucesión presidencial.

Alarma que por tristes tres indignantes votos contra el de Otálora (de un pleno de siete magistrados en que solo sesionaron cuatro) el Tribunal otorgara carta de legitimidad al embuste de unos y otros partidos.

El perlario de engaños lo encabeza el Presidente de la República, quien ante la evidente ilegalidad que constituye su intromisión, inventó la timadora sección No lo digo yo, reproduciendo y haciendo befa y mofa de expresiones de sus opositores y usando a la vocera del vocero para dar la falsa idea de que ha dejado de interferir (siendo claro, sin embargo, que lo hace como primer mandatario, con el gasto del erario y los recursos técnicos y humanos de la Presidencia de la República).

Otálora es una de las juzgadoras más prestigiadas del Poder Judicial y, a diferencia de sus obsecuentes pares, trabaja con independencia institucional de criterio, apegada solo a la Constitución y las leyes. En su proyecto, argumentó por qué se están trastocando los valores fundamentales de la democracia mexicana con las precampañas disimuladas, que de ninguna manera, como se proclama, tienen el propósito de elegir supuestos “coordinadores” de lo que sea, sino a quienes contendrán el año próximo por la primera magistratura y vienen cometiendo sin recato evidentes crímenes electorales.

El mismo Tribunal, no hay que olvidarlo, validó en 2018 la mayor compra de votos en la historia que se ha documentado (el partido Morena presentó carretadas de comprobantes) cuando no sancionó por el cínico y multimillonario reparto de dinero con la coartada de apoyar a los damnificados del sismo de 2017.

No comparto que cuestiones fácticas y el comportamiento de los partidos conduzcan al Tribunal a realizar interpretaciones que generan un sistema paralegal”, lamentó la magistrada Otálora.

En su opinión, “las conductas referidas atentan gravemente contra los pilares que sustentan la democracia, al vulnerar al sistema electoral en su conjunto, obstaculizar la revisión por parte de las autoridades electorales y violentar la integridad democrática”.

Pero AMLO ha dicho que no le vayan con el cuento de que la ley es la ley… 

Ámbito: 
Nacional