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EN PRIVADO

La simulación en los tiempos de la 4T

 

 

Ahora cualquier pendejada oficial la llaman “hecho histórico”.

Florestán

Cuando López Obrador arrasó en las presidenciales de 2018, fue por el vacío y crisis de gobierno que vivíamos y por sus promesas de campaña en las que garantizaba que resolvería todo al llegar a la Presidencia de la República: corrupción, pobreza, empleo, crisis económica, violencia, inseguridad, homicidios, desaparecidos, justicia, salud, educación, ciencia y tecnología, autosuficiencia alimentaria y energética, gasolina a 10 pesos, electricidad, migración, respeto a las instituciones autónomas y electorales, a adversarios políticos, críticos, periodistas y medios de información, entre otros capítulos.

Por eso duplicó su número de electores hasta entonces topados en 15 millones en 2006, 15 millones en 2012 y 30 millones en 2018.

Se hizo del control del Congreso y con la colaboración del entonces presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, del Poder Judicial.

Pero todo lo incumplió en aras de un proyecto político para perpetuarlo en el poder: no contuvo la corrupción ni la pobreza, ni el desempleo, ni la violencia, ni la inseguridad, ni los homicidios, ni los desaparecidos, ni la injusticia; acabó con el sistema de salud, la educación, ciencia, tecnología, no alcanzó la autosuficiencia alimentaria ni la energética, no hubo gasolina a 10 pesos, estalló el problema migratorio y embistió como ningún presidente contra las instituciones autónomas y electorales, adversarios políticos, críticos, periodistas, medios de información, y estableció su regla de oro: el que no está conmigo está contra mí.

No obstante, desde ahí activó la sucesión partiendo de él mismo, votarán por él y no por sus candidatos, y la oposición está moralmente derrotada, con lo que ha machacado cuatro años y siete meses.

En este escenario, no lo veo aceptando una eventual victoria de esa oposición cuando nunca ha reconocido un resultado electoral que no le favorezca.

 

RETALES

1. DELIRANTE. Mientras López Obrador se ha convertido en destapador y promotor del fenómeno electoral de la oposición que llama Señora X,  en línea con Elon Musk que cambió el logo del pajarito a Twitter X, Vicente Fox se convierte en su mayor lastre y al que ella le dice como AMLO en 2006: cállate, chachalaca;

2. MADRES. En el palacio presidencial hay de madres buscadoras a madres buscadoras. Unas, las argentinas a cuyo emblema, Estela de Carlotto, recibió y homenajeó López Obrador en la mañanera, y otras las mexicanas, a las que jamás ha escuchado; y

3. GUERRAS. El domingo, fuerzas rusas bombardearon el puerto de Odesa, en Ucrania, atacando zonas residenciales y la catedral de la Transformación. El saldo, un muerto y 19 heridos. Ese mismo domingo en México, sin bombardeos, mataron a 86 personas y el sábado a 79. Los homicidios dolosos al día de ayer llegaron a 161 mil 385. Así los datos reales.

Ámbito: 
Nacional