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EL ASALTO A LA RAZÓN

AMLO, Xóchitl y 'los complotistas'

 

Como si pudiera controlar lo que sus arrebatos desatan entre sus fanáticos, el presidente López Obrador insiste en victimizarse cuando algo le disgusta.

Su embestida contra Xóchitl Gálvez la ha puesto en riesgo de ir a la cárcel y le ha infundido miedo de sufrir agresiones físicas (reventadores de Morena le frustraron un mitin en Oaxaca) y le hizo tomar la ingenua precaución de no usar su bicicleta.

En vez de disponer para ella un sólido equipo de seguridad, inventa que las advertencias publicadas respecto a los eventuales trances en que la ha colocado desde la picota de Palacio responden a una conspiración.

Asegura que Joaquín López-Dóriga, Héctor Aguilar Camín, Beatriz Pagés y Raymundo Riva Palacio impulsan una perversa y fascista campaña para culparlo de lo que pudiera sucederle a la precandidata opositora.

Imagina que “ellos pensaron” que no hablaría de esto y anticipó que hoy miércoles volverá sobre el tema, porque es “algo” que los complotistas “echaron a andar” para “enrarecer” el ambiente (de por sí ya muy viciado).

Gálvez afirmó en Chihuahua que jamás ha temido por su vida, pero que AMLO, con sus palabras, destila “veneno”, por lo que además de abandonar la bicicleta pedirá que el INE adopte medidas para su seguridad y la de sus hijos.

Este lunes, Aguilar Camín publicó que el Presidente “activó ya las denuncias penales, que a su vez activarán la investigación de las fiscalías para construir las acusaciones que permitan desaforar a la senadora y sacarla de la contienda presidencial (…). La fabricación de delitos con fines políticos es un teatro que tiene bien montado este gobierno (…). El Presidente tiene en la Cámara de Diputados votos suficientes para maquilar el desafuero de Xóchitl Gálvez. A juzgar por lo que dice y hace ha llegado a la conclusión de que esta es la única forma de parar a la senadora en su avance electoral. Igual que Fox con él en 2005”.

Bajo el título Atmósfera política peor que cuando Colosio, Riva Palacio publicó:

“Hay una externalidad en los ataques sistemáticos del presidente Andrés Manuel López Obrador contra Xóchitl Gálvez, la aspirante más sólida a la candidatura presidencial de la oposición. Seguramente ni cuenta se ha dado, dado su interés abierto por descarrilarla, pero debe tener cuidado en cómo lo hace, porque en este momento, aunque con toda seguridad no es lo que pretende, López Obrador está creando las condiciones objetivas para que asesinen a su inesperada adversaria (…). En la medida en que más atacan desde el poder a Gálvez, más condiciones crean para que alguien decida ayudarle al Presidente y sacarla de la competencia”.

Y es que AMLO supone, como escribió ayer López-Dóriga, que “la oposición está moralmente derrotada” y no aceptará una eventual victoria, porque “nunca ha reconocido un resultado electoral que no le favorezca”.

Interpretaciones aparte, lo mejor será que el Presidente deje de fantasear y se asegure de que a Xóchitl Gálvez ya nadie la hostigue…

Ámbito: 
Nacional