Florestán
El proyecto político de Andrés Manuel López Obrador siempre fue transexenal para consolidarlo y perdurar en la historia, como ha sido siempre su aspiración, al lado de Hidalgo, la Independencia; Juárez, la Reforma, y Madero, la Democracia.
Y aunque siempre dijo que no buscaría la reelección, nunca negó que sería vía su sucesor o sucesora para afianzar su movimiento, que viene a reforzar ahora desde la niñez con sus libros de texto gratuitos, que desde ya le dedicaron un destacado lugar en su historia oficial, a él y su régimen.
El 3 de mayo de 2018, yo aún estaba en Televisa, acudió a una entrevista en Tercer Grado y en mi turno le pregunté sobre su arma estratégica: la revocación de mandato que iba a impulsar como reforma constitucional, y cuando le pregunté sobre ella, me respondió que la haría cada tercer año, a lo que le acoté: será al tercer año…
—Sí —corrigió apresurado— al tercer año porque no me voy a reelegir.
Luego lograría dicha reforma, la revocación de mandato cada cuatro años, pero no pensando en él, que la utilizó en 2022 para una ratificación de su Presidencia, en un ejercicio políticamente delirante en el que el Presidente la promovía y la oposición la rechazaba, cuando ese procedimiento siempre ha sido de los rivales y no de los que gobierna.
Pero él estaba en lo suyo: no en su gobierno, sino en el de 2024 a 2030, fuera o no su designado, igual le serviría.
Si era su delfín, o delfina, para tenerlo cortó con el control del Congreso y de Morena, y más aún si fuera de la oposición, que no tolerará.
Por eso la revocación de mandato es una herramienta fundamental en su proyecto de prolongación de gobierno, de la 4T y de su figura histórica.
RETALES
1. AEROPUERTO. El vicealmirante Carlos V. Tiscareño, director general del AICM, me había dicho hace meses que los sistemas de seguridad estaban fuera de uso por falta de mantenimiento y que no había quién lo hiciera. Ayer reveló que solo sirven cuatro de los 24 instalados, que renovará. Y que ya adquirió 30 aparatos de rayos X para revisar las maletas que lleguen;
2. PROTOCOLO. El relevo de los gobernadores en Estado de México siempre había sido la noche del 15: el saliente se asomaba con la bandera y en el balcón la entregaba a su sucesor que encabezaba la ceremonia del Grito. Esto se acabó: Delfina Gómez protestará ante el Congreso estatal a las cinco de la tarde del 14 de septiembre y tendrá el balcón para ella sola; y
3. BLINDAJE. Ya es complicidad la de Morena en el Congreso para impedir que Hugo López-Gatell comparezca para explicar la desaparición de las normas oficiales en materia de Salud. Si lo cubrieron para que no acudiera a dar la cara en la pandemia de covid, que dejó 800 mil muertos, menos irá ahora. Algún día rendirá cuentas.
Nos vemos mañana, pero en privado