Que pronto se mexicanizó el atentado contra Fernando Villavicencio, aspirante presidencial en Ecuador, quien semanas y meses atrás había dado a conocer amenazas del cártel de Sinaloa, que opera en aquel país, contra él y su equipo de trabajo. La trama ya empezaba a tomar además un tinte de “JFK puro” cuando se corrió la especie de que el tirador, detenido en el lugar, había sido asesinado horas después en la fiscalía de Quito, aunque pronto esa instancia salió al paso de los rumores y aseguró que el sujeto murió camino al hospital, porque fue herido durante el ataque.
Que después de su eliminación de la contienda por la candidatura presidencial del Frente Amplio por México, los perredistas Miguel Ángel Mancera y Silvano Aureoles, encabezados por el presidente de su partido, Jesús Zambrano, fijarán este jueves una postura desde el Palacio de San Lázaro y hay quienes anticipan un amago de rompimiento con la coalición opositora en tanto no les den una explicación satisfactoria del conteo y validación de sus firmas de apoyo. ¡Qué nervios!
Que en contraste con la inconformidad de los aspirantes del PRD, quienes enviaron un mensaje de cordialidad y civilidad fueron Xóchitl Gálvez y Santiago Creel después de avanzar a la siguiente fase del proceso interno del Frente Amplio por México, pues luego de salir juntos del evento, el diputado se puso al volante de su camioneta y ofreció “raid” a la senadora, retirándose del lugar charlando de buen ánimo. Ya habrá tiempo de andar en bici.
Que pese a la “seguridad” en las instalaciones del Senado, un puñado de jóvenes con cascos y casacas con el logotipo de Movimiento Ciudadano ingresó a las instalaciones para, supuestamente, tomar medidas de las oficinas del PRI y en redes corrieron el rumor de que iba a desalojar al grupo parlamentario de Manuel Añorve, ya que ahora la bancada naranja es la tercera fuerza política. Pero los jóvenes solo iban a tomarse un par de fotografías y se retiraron. Así se llevan.