Que esta semana el presidente Andrés Manuel López Obrador empezó a grabar los spots de su quinto Informe de gobierno, que en esta ocasión se celebrará en Campeche. Los equipos de luces, cámaras y micrófonos siguieron este jueves al mandatario por el Jardín de la Emperatriz, en Palacio Nacional, y lo estarán acompañando por distintas obras que quiere destacar el próximo 1 de septiembre, además, claro, de la caída en los niveles de pobreza durante su administración.
Que al impugnar ante la Sala Superior del Tribunal Electoral las medidas cautelares que la Comisión de Quejas y Denuncias del INE dictó contra el presidente Andrés Manuel López Obrador por el tema Xóchitl Gálvez, el director general de Defensa Jurídica de la Presidencia, Édgar Armando Aguirre, acusó “ineptitud o descuido” de la autoridad, por lo que pidió dejar sin efectos las medidas, pues insiste en que “sacaron de contexto” lo dicho por el mandatario. El expediente fue turnado al magistrado José Luis Vargas Valdez.
Que los dirigentes nacionales de PAN, Marko Cortés; PRI, Alejandro Moreno, y PRD, Jesús Zambrano, tuvieron una encerrona ayer en un intento por salvar del rompimiento al Frente Amplio por México, luego de que el perredismo pausó su participación en el Comité Organizador en protesta por la eliminación de sus “gallos” Miguel Ángel Mancera y Silvano Aureoles de la contienda por la candidatura presidencial. Por cierto, el ex jefe de Gobierno y el ex gobernador de Michoacán ejercieron su derecho de audiencia para pedir explicaciones sobre la invalidez de sus firmas, aunque hasta anoche ninguno había dado señales de conformidad… sino todo lo contrario.
Que vaya momento chusco se vivió en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues en la sesión de este jueves el teléfono del ministro Luis María Aguilar Morales comenzó a sonar con el tono de la canción “Sailing Alone”, de Marc Philippe, lo que desató las risas de sus homólogos y hasta detuvo el debate. Pero eso no fue todo, porque sus compañeros Margarita Ríos-Farjat, Arturo Zaldívar y Alberto Pérez Dayán añadieron a las múltiples sonrisas algún tipo de contoneo para no perder el ritmo musical, lo que implica que el humor no está peleado con la chamba.