Los cárteles de la droga utilizan las remesas, transferencias de dinero de los trabajadores migrantes, para repatriar a México las ganancias de la venta de estupefacientes en Estados Unidos, según una investigación de Reuters.
En su nota, la agencia exhibe cómo los grupos del narco contratan "ejércitos" de personas en ambos lados de la frontera para mover pequeñas sumas de dinero que son difíciles de rastrear y que llegan hasta los capos de la droga.
Reuters entrevistó a dos docenas de residentes en México que dijeron que el Cártel de Sinaloa les había pagado para recibir remesas y, luego, entregar el dinero a sus operarios.
El plan delictivo reposa esencialmente en la vasta red legal de empresas de transferencia de dinero en Estados Unidos que ayudan a los trabajadores migrantes a enviar dinero a sus familias.
Una de las entrevistadas es una madre mexicana de Culiacán, quien aseguró obtener unos 17 mil dólares a lo largo de los años reclutando a otras personas y cobrando remesas por un total de cientos de miles de dólares.
Confesó que un vecino la introdujo al esquema y que nunca ha conocido a sus jefes en persona.
"Todo era por teléfono", indicó. "Una persona me hablaba y luego otra y así. Los números de teléfono los cambiaban", agregó.
La mujer mostró mensajes de WhatsApp que, según dijo, eran de traficantes coordinando la recogida y entrega de sus remesas. Uno, de principios de 2022, decía: "Te están esperando afuera. Ellos ya saben quién eres. Entrégales la lana (dinero)".
Las remesas a México, que provienen casi en su totalidad de Estados Unidos, alcanzaron un récord de 58 mil 500 millones de dólares el año pasado, según datos del Banxico. La cifra representa un aumento de 25 mil millones de dólares o el 74 por ciento desde 2018, cuando el Presidente Andrés Manuel López Obrador llegó al poder.
La economía de México ha tardado en recuperarse tras la pandemia de Covid-19, impulsando la migración a Estados Unidos en los últimos años junto con las remesas que los trabajadores envían a casa.
A medida que las remesas legítimas se han disparado, se ha vuelto cada vez más fácil para los cárteles disfrazar sus ganancias ilícitas en pequeñas transferencias enviadas a personas promedio en todo México y sin vínculos conocidos con el crimen organizado, según cuatro funcionarios de seguridad de Estados Unidos y México consultados por Reuters.
En la actualidad, hasta el 10 por ciento de todas las remesas a México puede ser dinero de la droga movido por organizaciones criminales como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, según un funcionario estadounidense que trabaja en finanzas ilícitas.
Varias características del sector de las remesas lo convierten en un vehículo atractivo a través del cual los fondos criminales pueden ingresar al sistema financiero.
El principal de ellos es el alcance mundial de esta red y las transacciones en efectivo de tamaño modesto que la impulsan. Los requisitos de identificación para tales transferencias son más flexibles que los necesarios para establecer una cuenta bancaria formal o para transferir sumas importantes de dinero.