Xóchitl: olvídate del contexto
La aspirante a ser candidata presidencial del frente opositor, Xóchitl Gálvez, lleva varios días reclamando que se sacaron de contexto sus palabras en las que afirma que las personas que viven en el sur del país no tienen la costumbre de trabajar ocho horas continuas.
En varias ocasiones ha explicado que lo que ella dijo que es que las diferencias regionales deben dar lugar a proyectos productivos adecuados al entorno y que un modelo basado en las maquilas o en industrias manufactureras exportadoras, como las empresas que se han establecido en el norte de la República o en el Bajío, no prosperarían en el sur.
En contraste, ha propuesto esquemas de ecoturismo o proyectos productivos relacionados con el campo, como miel o café orgánicos.
López Obrador no desperdició la oportunidad y nuevamente en la mañanera del día de ayer proyectó el video en el que Xóchitl se referiría a las diferentes culturas laborales en el norte y en el sur, y respondió, defendiendo al sur, y señalando que en esa región se trabaja muchísimo.
Aun si la senadora Gálvez tuviera razón, debe saber que sus afirmaciones van a ser sacadas de contexto una y otra vez.
Y, además, debe entender que, si resultara candidata del Frente, sus dichos respecto al sur del país y su cultura laboral la van a perseguir a lo largo de toda la campaña y tendrá que invertir energía y tiempo en aclararlos.
Xóchitl está transitando la ruta de ser una aspirante más a ser la favorita, y de la cual, lo que diga o lo que se diga de ella, incluso por parte de sus contendientes al interior del Frente, es y va a ser usado en la campaña, sobre todo en contra.
Las campañas políticas no son justas en ningún lugar del mundo. Los contendientes van a manipular y a utilizar dichos y hechos a su conveniencia.
En el argot político, la pelea va a ser ‘a navajazo limpio’.
Si la senadora Gálvez piensa de otra manera, está condenada al fracaso.
Coincido con ella en que, si hoy se pretenden instalar empresas electrónicas o de autopartes en Oaxaca, Guerrero o Chiapas, van a tener dificultades muy grandes para que funcionen.
No se trata solo de cultura laboral sino de la falta de infraestructura y mano de obra calificada.
Pero me cuidaría mucho de estigmatizar a las personas del sur señalando que no podrían funcionar para estas empresas.
De hecho, hay miles de emigrantes de Oaxaca, Guerrero, Puebla, Chiapas, entre otros estados, que trabajan en estados del norte de la República o en Estados Unidos, y tienen la capacidad para adaptarse plenamente a las exigencias laborales de esos entornos.
La falta de crecimiento económico en los estados del sur no deriva de la falta de productividad de sus habitantes, sino de programas fallidos de los gobiernos tanto el federal como de los estados.
Una cosa es la visión estrecha de la clase política local y otra diferente que sus habitantes también tengan esa visión.
Pensar que las mujeres del sur solo pueden funcionar tejiendo sueños con sus telares y que no tienen la capacidad para adaptarse a otras condiciones laborales, es estigmatizarlas.
Entiendo a la senadora Gálvez, defendiendo sus raíces otomíes, pero buena parte de las etnias, lo que quieren es tener una mejor condición de vida, no seguir en los telares.
La senadora Gálvez, hasta ahora, ha podido expresar libremente sus perspectivas. Eso le ha dado frescura y la ha distinguido de otros políticos.
Si gana la candidatura, va a tener la mala fortuna de perder su libertad.
No será lo mismo hacer y hablar como una senadora disruptiva que como la abanderada de la oposición.
En el primer caso, ella podía expresar libremente sus visiones. En el segundo, tendrá que calcular las implicaciones electorales que tenga.
Ni modo, si quiso subirse a la contienda tendrá que asumir las consecuencias.
Y hoy ya está pagándolas.
Cualquier cosa que diga se la van a sacar de contexto.
Es feo, pero esa es la realidad de las contiendas electorales.