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SERPIENTES Y ESCALERAS

Los logros de una legislatura no pueden medirse por el número de leyes aprobadas, el verdadero éxito de un congreso depende de ser una verdadera representación social y un factor de equilibrio político y gobernabilidad. El reto del congreso morelense es regresar a su origen.

El segundo periodo de sesiones del congreso de Morelos inició, como todo lo que hemos visto últimamente en nuestro estado: de forma inédita. La sesión solemne se realizó en un edificio alterno y con mucha seguridad con el fin, dijo el presidente Moreno Merino, de no caer en provocaciones y cuidar la integridad de los asistentes. El reto del congreso en esta nueva etapa no es sólo procesar leyes, sino llamar al diálogo ciudadano y coadyuvar a la estabilidad social. Es imposible dejar de ver la difícil situación por la que atraviesa hoy nuestro Morelos.

Los últimos meses han sido muy complicados para todos, particularmente para los integrantes de esta legislatura. La lucha en la que se han enfrascado diversos sectores, incluyendo al poder legislativo, es feroz y arrebató la estabilidad y sana convivencia en prácticamente todos los estratos de nuestra sociedad. Es terrible que por primera vez en su historia el congreso de Morelos no pudiera iniciar un periodo de sesiones en su sede.

La campaña de desgaste que los transportistas emprendieron contra los miembros de esta legislatura es muy dura y ha lastimado seriamente la imagen y carrera política de los aludidos. Desde que comenzó este ataque muchos diputados están escondidos, algunos de ellos han sido cuestionados de manera frontal por ciudadanos y todos reciben acusaciones y ofensas en las redes sociales.

Pero lo que padece esta diputación no es distinto a lo que se ve en el caso del gobierno estatal, de la universidad o de los grupos que se han alzado en contra del jefe del ejecutivo. Unos y otros han emprendido campañas de descalificación, de denostación y de odio que lo único que han provocado es polarizar a la sociedad y radicalizar posiciones. De ahí la importancia de que el congreso se vuelva hoy más que nunca un factor de conciliación.

El escenario que vivimos actualmente no tiene precedente, nunca antes como hoy se conjugaron tantos elementos de crisis en los tres poderes, en los tres niveles de gobierno y en distintos sectores de la sociedad. La crisis que enfrenta hoy Morelos no es sólo de inseguridad y violencia, con los sangrientos saldos que ello trae consigo; a ello se suma una severa crisis económica, una marcada crisis política y una indescriptible molestia social.

La pugna entre el rector de la UAEM y el gobierno del estado no ha traído nada bueno para nadie. Esta lucha comenzó de manera individual entre dos personas, pero la incapacidad de las partes para alcanzar acuerdos a través del diálogo radicalizó las posiciones, elevó el tono del discurso y dio pie a la formación de un grupo (el FAM) que aglutina a más de cien organizaciones que piden la destitución del gobernador.

La próxima semana un representante de la Secretaría de Gobernación acudirá a Morelos a dialogar con integrantes del FAM y familiares de víctimas de la violencia; la reunión es parte de los acuerdos alcanzados el martes en Bucareli e incluyen como condición que nadie del gobierno del estado sea incluido en esta reunión. Si así sucede, es un golpe político muy fuerte para la administración de Graco Ramírez.

Como esta situación hay varias más en donde el gobierno está rebasado. Sin entrar al detalle de los temas, ni conceder a ninguna de las partes la razón, lo cierto es que el equipo de Graco ha perdido interlocución en casi todos los sectores y por ello recurre al uso de la fuerza pública para disolver las inconformidades. Esta medida funciona sólo mediáticamente: los policías liberan vialidades, retiran plantones, pero al hacerlo encienden los ánimos y generan más odio contra este gobierno. Se llama represión.

Es aquí donde el congreso tendría que poner su vista y retomar el papel de representante social y factor de equilibrio político. A lo largo del primer año este parlamento puede presumir muchas acciones en materia legislativa, pueden contabilizar sus logros en número de votaciones, pero su fracaso es evidente en la función social que siempre ha tenido.

El congreso es hoy el ring de los conflictos, se ha convertido en el retador de las peleas y quiere ser el verdugo de los malvados. La legislatura ha asumido un papel que no le corresponde, ha comprado pleitos que no le pertenecen y tomado una defensa que no es la suya. El congreso no actúa como una representación ciudadana, sino como parte de un gobierno. El costo de ello lo pagan los diputados.

El arranque del segundo año legislativo es la oportunidad para que los diputados replanteen su posición y retomen el camino que le corresponde. No hablo de una confrontación con nadie, por el contrario, me refiero a convertirse en el factor de unidad de nuestra entidad, en el elemento que propicie el diálogo y en el camino para que se solucionen los problemas.

El congreso ya no tiene nada que hacer en la pugna del gobernador con la universidad: las irregularidades financieras que pudo haber cometido el rector las tendrá que solventar ante las instancias correspondientes; si Alejandro Vera robó, que se vaya a la cárcel, pero eso ya no corresponde a la cámara. Lo que provoca el congreso al meterse permanentemente a ese pleito es avivar el encono, radicalizar las posiciones y lastimar a los diputados. Lo mismo ocurre en otros temas.

 Es claro que del lado del ejecutivo no habrá un cambio de actitud, que Graco llegará al final de su periodo con el mismo estilo bravucón y ofensivo de siempre, por eso su futuro y trayectoria está marcada. Pero los diputados no tienen por qué correr esa misma suerte, ni necesitan asumir pleitos que no son suyos. Históricamente la cámara de diputados ha sido un espacio de debate y conciliación, pero hoy se ha convertido en parte del conflicto.

Insisto: el segundo periodo es la oportunidad para que las cosas cambien, para que el congreso retome su papel y sea el espacio que concilie y provoque soluciones.

Así sea.

  • posdata

Morelos vive uno de los peores momentos de su historia; el peor de su época reciente: El gobernador y el rector de la UAEM se han enfrascado en una lucha que a nadie conviene: daña al estado en su conjunto y exhibe a nivel nacional la gravedad de la situación de esta tierra. Violencia, inseguridad y corrupción es el título de este terrible momento.

El congreso atraviesa una etapa similar: la campaña de desprestigio en su contra es enorme y los costos que pagan sus integrantes, quienes san perdido mucha interlocución social, es brutal y les puede costar su carrera pública.

El alcalde de Cuernavaca es señalado por actos de corrupción y manipulación de documentos por los hermanos Yáñez, unos oscuros personajes de la política morelense conocidos desde hace tiempo por sus actos de corrupción.

La crisis en Morelos es inocultable y cada día vemos cosas nuevas que no dejan de sorprendernos.

Lo que pasa hoy en Morelos no es un mal sueño, es una horrenda pesadilla.

  • nota

El mensaje a nombre de la legislatura en el arranque del segundo periodo de sesiones corrió a cargo de su presidente, Francisco Moreno. Polémico y ocurrente, el diputado antepuso a todo la constitución e insistió en el diálogo, Paco fijó postura en distintos temas y puso el dedo el la llaga en varios momentos.

Esto es parte de lo que dijo el legislador priísta:

  1. Ser diputado es no cerrarse, es escuchar a todos, es entender la grandeza de Morelos.
  2. Los titulares de los tres poderes trabajamos para ustedes y damos lo mejor de nosotros.
  3. No actuaremos con tibieza: Si hay amenaza hagámoslo de todas maneras, si hay críticas hagámoslo de todas maneras, si no le gusta a los caciques, hagámoslo de todas maneras.
  4. Morelos debe salir de la confrontación, salir de la nota roja.
  5. Aún con campañas ofensivas, plantones y manchas, seguiremos avanzando.
  6. No podemos con una mano golpear y con otra mano pedir.
  7. De esta legislatura escucharán historia: No habrá tibiezas, respetamos al gobernador porque es el gobernador y a la magistrada presidenta porque es la presidenta.
  8. México tiene instituciones, Morelos está trabajando.
  9. Aquí no hay tiempo para agenda personal, no hay tiempo para ocurrencias.
  10. Los grandes movimientos inician caminando hacia delante, no de un lado y para atrás.
  11. Los de casa me critican, los vecinos me critican: a los de casa los escucho, a los vecinos los entiendo.
  12. Invito al rector a dialogar, pero también quiero que me diga en ¿dónde está el dinero?
  13. Invito a los transportistas a dialogar y les pregunto ¿Y los ciudadanos?
  14. ¿No se supone que todos somos hijos de Dios e iguales? Señor Obispo: me comprometo a quedarme aquí en mi curul, le pido permanezca en su púlpito.
  15. La constitución es la biblia del legislador.
  16. Ser determinado y valiente como legislador implica una sola cosa: determinación; no es estar peleado con todos y a favor de nada, ni contrariarme con mis compañeros porque son de otra ideología.
  17. A los ocupantes de la terraza del palacio legislativo: espero que estén cómodos, ¡déjenos trabajar! No se vale que sean manipulados.
  18. Los diputados, al menos 29, somos prudentes.
  • post it

Otro discurso interesante fue el de Francisco Santillán, representante de Nueva Alianza. Esto es algo de lo dicho:  

  1. Arrancamos este período ordinario cuando Morelos atraviesa por una situación difícil. Una situación de la que ninguno de nosotros somos omisos, ni estamos al margen; dentro de nuestras responsabilidades, todos somos responsables de lo que está pasando en Morelos y todos tenemos la obligación de resolver el problema que vive nuestro estado porque en medio están todos los ciudadanos.
  2. Los morelenses no podemos seguir peleando entre hermanos… quienes amamos esta tierra debemos unirnos para sacarla adelante… Los morelenses no podemos seguir viviendo bajo la idea de quemar la tierra antes que permitir que otro la gobierne. No podemos seguir viviendo bajo un proyecto de estado cuyo único lineamiento sea quitar al que ganó el poder.
  3. A todos quienes hoy son parte del conflicto y no de la solución les pido hacer un alto en el camino, detener ese trayecto de odio y descalificaciones que sólo motivan el morbo y anulan el desarrollo. Es el momento de construir una agenda de Morelos, socializar los proyectos, actuar y gobernar sin que medie el chantaje o la extorsión; accionar proyectos serios, viables, estructurados y congruentes.
  4. Señor Gobernador: le solicitamos poner atención en su gabinete. Si queremos que el barco llegue a buen puerto todos los motores deben funcionar a la misma velocidad; el motor del legislativo, le consta, está a todo lo que da, el motor del ejecutivo tiene engranes que no están funcionando a toda su capacidad y en ocasiones, hasta van en línea contraria a las órdenes del capitán del barco.
  5. Al Rector de la Universidad del estado: el conflicto, sólo genera conflicto, y si eventualmente genera un cambio, nunca será un cambio positivo el que se genere del conflicto. El único cambio positivo que yo conozco es el que proviene del diálogo y el acuerdo; el único cambio que ha transformado para bien de las sociedades, es el que se genera en el consenso y la paz.
  6. No nos detendrá el discurso del rencor y del odio reflejado en las redes sociales.
  7. En nuestras manos está pasar a la historia como los constructores de un gran pacto social, como los operadores de la paz de Morelos, como los detonadores de la grandeza morelense.
  • redes sociales

Hay dos visiones sobre lo que pasa en Morelos: la oficial y la de la gente. A una se le publicita desde los espacios oficiales, se le invierten muchos recursos y se embellece con Photoshop. La otra se refleja en la última encuesta de gobernadores.

  • es viernes

Compatriotas: ya es septiembre. Si ven que las cosas están mal, peor se pondrán con sus quejumbres; hay mucho trabajo y mucha alegría pendientes. Levantémonos a vivir.

¿Quieres razones?

Hoy toca.

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