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EL ASALTO A LA RAZÓN

AMLO y Claudia no lo perdonarán

 

La formal impugnación de Marcelo Ebrard al consumado proceso interno de selección de la virtual candidata a la Presidencia de la República y la exigencia previsiblemente condenada al rechazo de que se reponga el procedimiento, presentada ante la parcial Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, únicamente postergan su adiós al oficialismo en los próximos días.

En el escrito expone razones que hacen impensable que mantenga su militancia:

Actos de violencia, acarreo de votantes, condicionamiento de programas sociales, parcialidad el día del levantamiento de la encuesta, publicidad de Claudia Sheinbaum en los lugares donde se levantó la encuesta y desaparición temporal e injustificada de urnas. Estas son las razones por las cuales resulta procedente la reposición del procedimiento y la nulidad de los resultados obtenidos a partir de este procedimiento viciado”, argumenta, “porque con estas violaciones estamos ante irregularidades graves, plenamente acreditadas y no reparables (…), que en forma evidente ponen en duda la certeza de la votación y son determinantes para el resultado de la misma…”.

Y ayer declaró que no se trata de un “arrebato” sino un “acuerdo político y una convicción”.

Anticipó su salida de Morena la semana pasada, cuando calificó de “cobardes” al dirigente Mario Delgado y al presidente del Consejo Nacional, Alfonso Durazo, afirmando que se condujeron con las peores prácticas: “Cada día se parecen más al PRI”, acusó.

Entrevistado por Ciro Gómez Leyva, dijo de plano: “Lo que sí nos queda claro es que ya en Morena no tenemos espacio después de lo que vimos ayer…”.

Lo que él y su equipo de precampaña vieron (además de indecencias que llamó “incidencias”), fue que policías (los creyó del gobierno capitalino pero fueron particulares del World Trade Center) agredieron a sus colaboradoras Martha Delgado y Malú Mícher.

Al advertir este lunes que su permanencia en el partido dependerá de la respuesta a su impugnación, confirma su inminente adiós porque el fundador y más prominente militante de Morena considera que el proceso fue legítimo.

Poco importa ya que Marcelo reiterara sus respetos al primer mandatario: “Le tengo un inmenso cariño al presidente López Obrador, he sido su más leal colaborador, jamás le haría yo un daño por razones políticas, pero esto sí lo tengo que decir porque Morena costó mucho trabajo organizarlo y hacerlo”, dijo, pero insistió:

“Si esas diferentes circunstancias que se dieron, incidencias en el proceso, se quedan igual, yo ya no tendría interés en estar en Morena, ¿por qué razón? Porque si se le da carta a la naturalización a que se utilicen programas sociales, a que intervengan gobernadores, alcaldes, que vayan a los eventos, ¿por qué debería seguir yo allí…?”.

Al apurar el cáliz, Ebrard sabe bien que le está haciendo un “daño por razones políticas” a López Obrador y que pese a que Claudia Sheinbaum le ha hecho guiños para que no se vaya, si no es rencorosa es memoriosa…

cmarin@milenio.com

@CarlosMarin_soy

Ámbito: 
Nacional