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Serpientes y escaleras - Morelos jodido

“Morelos es una entidad donde a la ciudadanía le gusta exaltar las cosas malas que suceden, mientras que a mí me gusta hablar bien de mi estado"

Elena Cepeda de Ramírez

 

En Morelos estamos jodidos. Nos jode la delincuencia, nos jode la crisis, nos jode el desempleo y principalmente nos jode el gobierno. Los problemas se han descrito de diferentes maneras: se ha hablado de recesión, de crisis de inseguridad, de rezago económico y hasta de ingobernabilidad. Para este régimen todo representa actos de desafío, expresiones sin sustento, reclamos de odio y actitudes inverosímiles. No hay manera de que las cosas cambien con este gobierno.

La delincuencia se ha convertido en algo común en el estado, lo mismo que las oleadas de violencia que mensualmente dejan decenas de personas asesinadas o mutiladas. Frente a ello el discurso es el mismo: rechazo, desprecio y descalificación. Para el gobernador del estado todo está en orden, somos territorio de paz y bonanza y los muertos son consecuencia de la lucha entre cárteles. 

En las últimas semanas la delincuencia ha mostrado un rostro todavía más cruel: ahora son mujeres las que son ejecutadas y mutiladas para luego ser expuestas en lugares públicos, casi siempre acompañadas de mensajes en donde se acusa colusión de las autoridades con el crimen organizado. Frente a ello la reacción es sorprendente: para Matías Quiroz se trata de “desafíos de la delincuencia” o del “comportamiento normal” de los grupos delictivos y para el comisionado de seguridad las damas que han perdido la vida fueron agredidas porque se involucraron con la delincuencia organizada. Para ellos ninguna es víctima, todos y todas fueron asesinados porque andaban en malos pasos. 

Alguna bola mágica de cristal deben tener los funcionarios estatales cuando hacen este tipo de expresiones sin haber realizado ninguna investigación al respecto. Hace una semana una dama fue ultrajada, desmembrada y abandonada en Xochitepec y hace unos días otra más fue decapitada y tirada en Cuernavaca; apenas ayer se localizó la cabeza de la segunda, pero para las autoridades estatales estos y otros casos se resuelven ligando a las víctimas con la delincuencia sin aportar prueba alguna sobre sus dichos. Si son delincuentes ya no se investiga. 

En lo que va del año han ocurrido hechos lamentabilísimos que se quedan en la impunidad. Tres niños fueron víctimas de la delincuencia cuando el auto en el que viajaban fue emboscado por sujetos que les dispararon y huyeron. El tema causó molestia ciudadana y dolor a las familias, pero como casi siempre quedó en la impunidad.

La actitud de esta administración frente a la crítica es patológica. En lugar de entender que la lucha contra la inseguridad requiere de la suma de todos para salir adelante, el gobierno estatal se ha convertido en un ente que sistemáticamente rechaza la crítica, agresivamente recrimina a quienes no piensan de la misma manera y todo el tiempo se pone a la defensiva. En vez de sumar a sectores y organizaciones a esta batalla, de involucrar a la sociedad en una dinámica en la que se denuncie a los delincuentes y sus actos, con su cerrazón el gobierno de nueva visión se convierte en cómplice de quienes infringen la ley, porque el ciudadano pierde la confianza en las instituciones y consecuentemente no denuncia.

Sin darse cuenta Graco Ramírez ha creado un frente común en su contra y al hacerlo ha mermado la fuerza del estado para inhibir el delito. Hace unos años, cuando tomó las riendas del gobierno de Morelos, el tabasqueño logró sumar a su causa a casi todos los sectores y convenció a la mayoría de combatir unidos a la delincuencia. A la vuelta de tres años el escenario cambió radicalmente: hoy Graco es el enemigo común y al hacerlo permite que la delincuencia se fortalezca. No hay manera de detener el avance del crimen cuando los ciudadanos no confían en la policía ni en las autoridades.

Como si esto fuera poco ayer tocó el turno a la primera dama del estado de generar un nuevo debate de seguridad. Durante la inauguración de las instalaciones en Cuernavaca de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, Elena Cepeda arremetió contra los consejeros y les conminó a no cobrar sueldo. Lo que estaba considerado un acto protocolario y casi festivo terminó en un terrible desencuentro entre la esposa del gobernador y las comisionadas estatales, que abandonaron el lugar.

Algunos de los asistentes recriminaron las palabras de la primera dama y ella dijo que la gente de Morelos sólo reclama, se queja en las redes sociales y no reconoce los avances y logros de esta administración. Algunas personas solicitaron a Cepeda de Ramírez que se disculpara por sus palabras, a lo que ella se negó, aunque reconoció que fueron políticamente incorrectas.

Para entender este gobierno basta ver el desempeño de sus integrantes: el gobernador no acepta críticas, ve un estado distinto al que percibe la gente y vive sus fantasías presidenciales con cargo al erario de Morelos. El comisionado de seguridad es un hombre retador que regaña a los policías, reclama a los ciudadanos, desprecia a los medios de comunicación pero es benevolente con la delincuencia. El secretario de gobierno paso de ser la voz mesurada y coherente de la administración a convertirse en una burla de si mismo: para Matías todos son hechos aislados, desafíos de la delincuencia, actos cotidianos y cosas sin importancia; para el ex alcalde ninguna muerte merece una sola lágrima.

¿Y qué decir de la primera dama? La de ayer no es la primera vez que Elena Cepeda explota; en alguna reunión con directores de medios de comunicación dijo que todos (todos) éramos mentirosos y difundíamos mentiras como el asalto masivo en Alta Vista a alumnos de la UNAM; León García (La Jornada) replicó a la esposa del gobernador señalando que el propio rector Narro había confirmado el hecho y existía una denuncia presentada en la procuraduría; la respuesta de ella con voz elevada y manoteando fue: el rector y ustedes mienten.

¿Hacia dónde podemos voltear la vista en Morelos? ¿A dónde podemos acudir los ciudadanos en busca de ayuda, de justicia, de seguridad? ¿En quién podemos confiar o a quién podemos apostar para que las cosas cambien para bien? ¿Qué puerta podemos o debemos tocar con la esperanza de que no esté coludida con el ejecutivo? ¿Qué es más peligroso en este estado: la delincuencia o el gobierno?

En el estado hay tres poderes y hoy todos tienen una relación muy cercana con el ejecutivo. La fuerza del mandatario ha permeado todos los espacios de poder y logrado convencer a muchos de que es mejor la cómoda y lucrativa complicidad que la molesta y poco lucrativa rebeldía. Si alguna virtud ha mostrado esta administración es su infinito poder para corromper y su enorme habilidad para vivir en la impunidad.

Morelos está jodido. Al ciudadano lo asaltan en la cale, le roban en su negocio, lo secuestran en su casa, lo extorsionan en su trabajo y le asesinan a plena luz del día… y cuando se queja, lo regaña la primera dama.

  • posdata

La presidenta del DIF Morelos inauguró en representación del gobernador las oficinas de la Comisión de Atención y Reparación a Víctimas, ahí pidió a los comisionados dejar de burocratizar la Comisión y de cobrar por sus servicios.

- Así lo dijo Elena Cepeda de Ramírez:

 “Yo quisiera que ese recurso que se consigue para las víctimas llegue a las familias de las víctimas y no se quede en una área burocrática de comisionados que en realidad deberían de ser honoríficos"

"Ustedes deberían de ser honorarios; perdónenme que se los diga, deberían ser honorarios, aquí debe haber funcionarios que se ocupen, pero no cinco personajes de la sociedad civil que quieran cobrar más de 60 ó 70 mil pesos”

- La respuesta de dos comisionadas (Angélica Rodríguez y Norma Delgado Díaz) no se hizo esperar:

“Hay que trasparentar recursos y eso es lo que no quieren, ¿Dónde están los recursos del 2014, dónde están los del 2015? No hay nada". Y exigieron una disculpa.

- La primera damota reviró:

"Simplemente tengo el derecho a decir lo que pienso; pienso que los comisionados deben ser honorarios, así lo seguiré diciendo. Creo que he sido respetuosa, si les molesta que diga lo que piense, ¡pues me da mucha pena! Aquí estoy con las víctimas, de lado de las víctimas y quiero que se escuche a las víctimas"

- La historia no quedó ahí: antes de abandonar el lugar la robusta esposa del robusto gobernador defendió a su marido: 

"Yo quiero que ustedes recuerden lo que era la seguridad en este estado,  acuérdense; yo soy muy tuitera y me ponen cosas en el Twitter, y digo a ver, critican y critican, pero ahora están volviendo a salir, se van a los bares, a los restaurantes, la gente la empieza a salir; cuando nosotros llegamos (octubre del 2012), la gente no salía de sus casas, la gente estaba encerrada muerta de miedo, porque había autoridad omisa, perdónenme que sea políticamente incorrecta"

- Y marcó su distancia con los de aquí:

“Morelos es una entidad donde a la ciudadanía le gusta exaltar las cosas malas que suceden, mientras que a mí me gusta hablar bien de mi estado"

  • nota

Para el mes de mayo el obispo de Cuernavaca y la iglesia católica de Morelos prepara una nueva marcha por la paz. Como en otras ocasiones, el movimiento tiene un sentido de armonía, pero también un llamado de justicia.

La última movilización encabezada por Ramón Castro fue multitudinaria, pero quizá la que viene no logre la misma convocatoria. La marcha pasada ocurrió en el marco de un proceso electoral sumamente competido y ante la expectativa de que el líder de la iglesia católica en Morelos fuera más allá de la simple oración, con propuestas y exigencias concretas; pero no ocurrió: el Obispo caminó y al final no dijo nada.

El marco que rodea el siguiente llamado por la paz podría perder aliento si de nueva cuenta se trata de una acción de fe, sin contenido ni reclamo. Muchos miembros de la grey católica han sido lastimados en carne propia, conocen de primera mano muchos actos de violencia y saben que el problema inseguridad e impunidad es mucho (muchísimo) mayor de lo que dice el gobierno.

Llamar a la reflexión y a la paz siempre será bueno, pero marchar para que al final no se diga nada ha dejado de tener sentido para algunos. A menos que el Obispo eleve el tono de su mensaje y diga lo que miles de ciudadanos sienten y piensan, quizá esta marcha sea menos nutrida que otras. 

Al tiempo.

  • post it

También el PRD organiza marchas. El hijo pródigo de la familia divina ha echado a andar la maquinaria solaztequista y convoca a una mega manifestación de la unidad para mostrar el músculo de ese partido luego de los tristes resultados electorales que tuvieron en la elección de ayudantes municipales.

Seguramente esa marcha será numerosa porque el PRD sabe mover gente y tiene el dinero suficiente para contratar camiones y repartir tortas y chescos a quienes acudan. Eso mismo lo hacen todos los partidos.

Será divertido ver al perredismo morelense caminar tutelado por un personaje que hasta la fecha sigue siendo militante del PRI y miembro del consejo político del partido de los tres colores. Es curioso ver que al partido de las clases populares lo preside un personaje rodeado de guaruras que viste ropa de las mejores marcas y usa relojes de cientos de miles de pesos.

Ese es el nuevo PRD. Es el Pi aR Di (pronunciado en inglés), como diría Jorge Messeguer.

  • redes sociales

¡Acabáramos! 

Ahora resulta que la primera damota es “muy tuitera” y se enoja cada vez que la gente dice cosas malas del gobierno, critica a su santo marido o difama a sus querubines. 

Es bueno saberlo para no molestarla con temas tan enfadosos como hechos de violencia, pobreza o actos de corrupción.

Por eso Morelos (damota dixit) es un pinche pueblo bicicletero. 

Comentarios para una columna bicicletera: eolopacheco@elregional.com.mx

Twitter: @eolopacheco www.facebook.com/Eolopachecomx

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