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COORDENADAS

Respiran tranquilos inversionistas en bonos de Pemex

El Paquete Económico para 2024 incluye algunos cambios que apenas están asimilándose en los mercados financieros.

Uno de ellos es el tema del déficit, que ayer discutíamos en este espacio y al cual regresaremos.

Su crecimiento causó preocupación, pero no sobresalto en los mercados financieros.

Sí se reflejó en un alza de las tasas de algunos bonos. Pero para la magnitud del incremento del déficit de 1.6 puntos porcentuales del PIB, el aumento de tasas fue relativamente menor.

 

Hay otro ingrediente en el Paquete que aún no se aprecia con claridad en los mercados y que tiene que ver con la fórmula para respaldar los vencimientos de la deuda de Pemex, que ha sido desde hace tiempo una de las principales preocupaciones de los inversionistas.

Los Criterios Generales de Política Económica señalan lo siguiente:

“El proyecto de presupuesto de Pemex para el ejercicio fiscal 2024 presenta un superávit financiero por 145 mil millones de pesos y un techo de gasto de servicios personales de 105.1 mil millones de pesos… La aportación del Gobierno Federal se encuentra sujeta al compromiso de Pemex de mantener un endeudamiento moderado y a que, en lo posible, el saldo de la deuda pública de Pemex refleje una reducción respecto al saldo del año anterior”.

Aunque desde principios de este año quedó explícito que el gobierno federal respaldaría los bonos de Pemex, garantizando su pago, el mecanismo que se ha usado hasta ahora es que, dependiendo de los vencimientos de las diversas emisiones, Hacienda iba transfiriendo recursos a Pemex para poder cubrir los vencimientos.

Aunque Pemex tiene amortizaciones totales de deuda financiera por 11 mil 200 millones de dólares en el año 2024, equivalentes aproximadamente a poco menos de 200 mil millones de pesos, hay una parte de ese monto que es deuda bancaria y otra que corresponde a bonos que están en el mercado.

Ahora hay un monto predefinido de 145 mil millones de pesos, equivalente aproximadamente al monto de los vencimientos de bonos, que actuaría como una línea presupuestal, con objeto de ofrecer certeza a los tenedores de estos bonos.

Dentro de las finanzas públicas del país, el ámbito que más preocupa es sin duda la situación financiera de Pemex.

Como aquí le hemos señalado, una cosa es la discusión del modelo de negocios de Pemex, que debe poner sobre la mesa la próxima administración, porque el actual ya no da, y otra cosa diferente es la presión financiera que experimenta la empresa y que puede afectar negativamente a las finanzas públicas.

No se considera pertinente en este momento hacer un cambio jurídico para convertir los bonos de Pemex directamente en deuda pública, lo que incrementaría fuertemente el monto de la deuda del gobierno.

Pero sí quitar la incertidumbre a los inversionistas que tienen bonos de Pemex, lo que probablemente vaya a lograrse con el esquema que se ha propuesto.

Road show a Nueva York

Las autoridades hacendarias no descartan la posibilidad de hacer en las siguientes semanas un viaje a Nueva York con objeto de hablar con administradores de fondos de inversión, calificadoras y otros inversionistas, para explicar el sentido y los alcances del Paquete Económico para 2024.

Uno de los ingredientes que se quiere poner sobre la mesa es demostrar que el incremento del déficit público en este año es de una sola vez y que no marca una tendencia hacia adelante.

Uno de los argumentos es que, el incremento, en cierta medida, acomoda para el 2024 diversos subejercicios del 2023.

Si se toman en conjunto, el déficit estimado de 2023 y el previsto para 2024, el resultado es un promedio de 4.1 por ciento del PIB para los dos años.

La cifra es 0.6 puntos del PIB superior a la que se aprobó para el año 2023.

La intención será convencer a analistas y fondos de la sustentabilidad fiscal del país.

Veremos si se logra.

Ámbito: 
Nacional