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Podría perder la vista a causa de la golpiza del Mando Único

MUJER DE 50 años narra cómo fue lesionada por policías.

 

"Pasé en el momento menos indicado: unos policías se me vinieron encima, me golpearon, me agarraron a patadas, me hirieron la cara con una macana", relató una mujer agredida y detenida arbitrariamente durante el enfrentamiento entre civiles y granaderos en San Pedro Apatlaco, el martes pasado.

Relató que el día del zafarrancho salió como todos los días a trabajar. Su camino fue tranquilo, pues nadie esperaba lo que horas más tarde se convertiría en una guerra sin cuartel.

La mujer, de aproximadamente 50 años, regresaba de su jornada laboral cuando, en las cercanías del puente nuevo a Apatlaco, el enfrentamiento entre policías antimotines con pobladores estaba en su punto crítico.

"Llovían" piedras y el aire se tornaba tóxico con el gas que los uniformados dispersaron para someter la protesta. El helicóptero del Mando Único surcaba el cielo a baja altura.

Recuerda que le lloraron los ojos por el gas y la sorpresa la invadió al no saber qué pasaba. "Cuando regresé, había un relajo por donde tenía forzosamente que pasar", comentó mientras hacía una mueca por el dolor que le provocó la lesión en su cabeza.

Al pasar por la zona del enfrentamiento, la mujer fue sometida con violencia por los granaderos. Dijo no recordar cuántos eran, pero "eran muchos".

Su hijo que la acompañaba -menor de edad-, también fue detenido por los uniformados cuando intentó defenderla.

Los golpes que le dieron en la cara con una macana le provocaron una lesión en la frente, la cual requirió varias suturas.

Como viles delincuentes

Indicó que literalmente fue arrastrada hasta la patrulla de la Policía de Mando Único, donde ya estaba su hijo. "Nos llevaron al módulo de Tetelcingo y luego a Yecapixtla. Nos pasearon como cuatro o cinco horas, exhibiéndonos como delincuentes, cuando somos gente de trabajo".

Ella y su hijo, junto con otras tres personas, fueron detenidas durante los disturbios registrados en la comunidad ayalense, donde estalló la violencia ante la inconformidad social generada por la presencia policiaca en la zona de construcción del acueducto y la obstrucción de espacios públicos.

Tras el "paseo intimidatorio", relató, fueron llevados a los separos de la Fiscalía Regional Oriente, en Cuautla, donde permanecieron más de 24 horas. "Ahí nos dijeron que íbamos a rendir una declaración y nos iban a dejar libres, pero nunca me tomaron la declaración y pusieron todo lo que quisieron. Ah, pero eso sí, nos tuvieron presos".

El miércoles por la tarde, los cinco detenidos durante el zafarrancho en Apatlaco obtuvieron su libertad.

Sin embargo, para la entrevistada por EL SOL DE CUAUTLA las cosas podrían empeorar, ante el pronóstico médico de pérdida parcial de la vista a consecuencia del golpe en el cráneo.

"Me pegaron con una macana en la cara; me hicieron una herida muy profunda, que me llegó hasta el cráneo. Me dijo la doctora que me suturó que puedo perder la memoria y la vista", comentó agobiada.

Sin esperanzas

Las lesiones la dejaron incapacitada temporalmente para trabajar. Al dedicarse a la venta ambulante de comida no tiene ingresos fijos ni seguro médico, pues depende de las ventas del día.

Aseguró que se ha mantenido al margen del conflicto por el agua en la localidad y no participar en ninguna de las protestas o movilizaciones contra el acueducto en Apatlaco, y aún así pagó muy caro haber estado en el momento y lugar inadecuados.

"No soy gente de problemas; me dedico a trabajar para ganarme la vida honradamente, porque soy madre soltera".

Ese martes, creyó que sería como cualquier otro: salir a trabajar, apartar comida de la venta para almorzar con la familia y cuidar a sus nietos, pero todo cambió de un momento a otro.

Admiten exceso policial

Como informó oportunamente EL SOL DE CUAUTLA, el presidente de Ayala, Antonio Domínguez Aragón, admitió que, según un reporte de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), hubo excesos de la policía durante el enfrentamiento en Apatlaco.

Incluso, anticipó que al menos 13 elementos podrían ser dados de baja de la corporación policial, sin precisar su adscripción.

Por su parte, el coordinador general de la Policía de Mando Único, Javier Viruete Munguía, afirmó que los cinco detenidos durante el disturbio incurrieron en el delito de lesiones contra los uniformados y alteración del orden público, por lo que fueron remitidos al agente del Ministerio Público.

Regresa la calma

Después de la tempestad, volvió la calma al poblado de San Pedro Apatlaco, municipio de Ayala. El día cuatro parece ser un día como cualquier otro sobre la avenida Pioquinto Galis. Algunos compran pan, otros van a la tiendita de la esquina por su refresco; una señora despacha tortillas y Juan Herrera, sentado en una banquita con su perro, contó parte de lo que vivió esa tarde.

"Ahorita ya todo está tranquilo, pero hubiera visto cómo se puso el martes: piedras por aquí y por allá", narró mientras acariciaba a su fiel compañero, un perro pastor belga.

Algunos vecinos aún recuerdan el asfixiante aroma y la picazón del gas lacrimógeno. Pese a que "ya todo pasó", señalan que la presencia de la policía es una especie de "presión, de ofensa, después de la reprimenda que recibieron", señal de que "la cosa aún sigue caliente, aún no se olvida".

Del otro lado del río, en el plantón, los ejidatarios que están contra las obras de la termoeléctrica, observan, sólo observan mientras van y vienen en pequeños círculos.

De entre el grupo de caballeros de sombrero y botas, sobresale la bandera nacional, la cual ondea con el viento. "Aún no estamos vencidos", aseguran los ejidatarios, quienes insisten en llegar a un acuerdo para detener las obras de la termoeléctrica".

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