Hay algo conmovedor o escandalosamente amateur en la carta que el director de Pemex, Octavio Romero, envió al secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, el 18 de septiembre pasado (reproducida en Latinus, 19/9/23).
El mensaje central de la carta es muy nítido: Pemex lleva seis meses con sus pagos suspendidos a proveedores.
“Es importante recordar”, dice el director de Pemex al secretario, “que está corriendo el sexto mes de adeudos vencidos con prácticamente todos los proveedores”.
¿Cuál es la razón de esto, según el director?
Fundamentalmente que Hacienda ha exigido a Pemex que pague su deuda. Hay aquí un dejo de reclamo a Hacienda por esta exigencia. El hecho, dice Romero a Ramírez de la O, es que, “por la presión al gasto generada por su instrucción de que Pemex asumiera el pago de los vencimientos de su deuda”, Pemex se encuentra “ante la imposibilidad material de realizar el pago de los adeudos”.
No sé si el director de Pemex imputa también al secretario de Hacienda una cierta animosidad contra las finanzas de Pemex por el hecho de cobrarle impuestos y no valorar en lo que vale el cumplimiento en esa materia de la paraestatal.
“No omito manifestarle”, dice Romero, “que el día de ayer fue pagado a la SHCP 22 mil millones de pesos por concepto de IVA e IEPS”.
Y aún así, dice Romero, “el 21 de septiembre vence un bono de deuda internacional por 1,100 millones de dólares”.
¿Qué puede hacer Pemex con agujeros abiertos en tantos flancos?, parece clamar el memo de Romero: Pemex tiene que pagar sus deudas, tiene que pagar sus impuestos y no le alcanza, desde hace seis meses, para pagar a sus proveedores.
“Como podrá usted observar”, concluye Romero, "la situación de Pemex es cada día más crítica y amerita soluciones prontas y expeditas”.
Prontas ya no fueron, llevan retraso de seis meses en el pago a proveedores.
Expeditas, no sabemos si podrán ser, porque parecería que el nuevo dineral que necesita Pemex, ya no está disponible fácilmente en ningún lado.
La crisis de caja de Pemex probablemente está montada sobre una crisis proporcional de caja en Hacienda.