EN VERDAD cuesta trabajo entender que Andrés Manuel López Obrador critique a legisladores de EEUU y los llame politiqueros y ridículos por querer cortar fondos destinados a México ante la falta de acciones contra el fentanilo cuando, en los hechos, le están cumpliendo uno de sus deseos.
VARIAS veces le ha exigido al gobierno estadounidense que deje de apoyar con dinero a organizaciones de la sociedad civil que le resultan incómodas... y justamente eso es lo que buscan los republicanos en la Cámara de Representantes.
POR SUPUESTO que el Presidente desdeña los 60 millones de dólares que ya no llegarán al país, más aún porque no son para su gobierno sino para ONGs que podrían ver su operación seriamente comprometida ante la falta de fondos.
EL HECHO es que la deficiente gestión del gobierno federal en el tema del fentanilo acabaría afectando a organizaciones que hacen investigaciones y desarrollan programas útiles para la sociedad pero que le chocan al inquilino de Palacio Nacional.
LA LÓGICA indica que en vez de criticar a quienes tomaron tal decisión, debería estar feliz con ellos.
ASÍ ES QUE, una de dos: o no está bien informado sobre el tema... o no sólo de aquel lado de la frontera aprovechan la crisis del fentanilo para hacer "politiquería".
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POR CIERTO, ahora resulta que AMLO no sólo les tira línea a legisladores de México, ya también les dice qué deberían hacer a los de EEUU.
LES DIJO que deberían crear un programa de apoyo económico a países que expulsan migrantes, como Venezuela, Nicaragua y Cuba. Como diría Cervantes... ¿Os cae?
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¡MARE, LINDO! Allá en Yucatán le hicieron de cochinita pibil los tamales a Jorge Carlos Ramírez Marín. Es decir, renunció al PRI para buscar la gubernatura por Morena y los morenistas... ¡le cerraron la puerta!
EL SENADOR se postuló primero por el Partido Verde, con la idea ir en alianza con Morena, pero los consejeros de ese partido dejaron a Ramírez Marín fuera del grupo de tres mujeres y un hombre que competirán por la nominación.
AHORA, la única esperanza del yucateco es que desde la CDMX ordenen incluirlo en la lista final. De no ser así, su renuncia a tantos años de militancia tricolor habrá sido un salto al vacío. ¡Bomba!
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TANTO le gusta la charrería a Ricardo Gallardo, gobernador de San Luis Potosí, que hasta parece que ya adaptó varias de las suertes típicas a su administración.
AHÍ ESTÁN como ejemplos la "Jineteada de Recursos", la "Escaramuza Policiaca" y "El Paso de la Muerte", que es en lo que se ha convertido Matehuala, donde las emboscadas, robos y levantones son cosa de todos los días.
