Cinco años de puros cuentos: En su segundo informe del caso Ayotzinapa, el subsecretario de Derechos Humanos y titular de la falsaria Comisión de la Verdad, Alejandro Encinas, añadió a sus anteriores embustes la descomunal patraña de que Tomás Zerón le confesó que la “verdad histórica” se fraguó en Los Pinos, en el Ejército y en la Procuraduría General de la República, y que en su redacción participaron Enrique Peña Nieto, su plana mayor, el gobernador del estado, el hoy precandidato de Morena al Gobierno de Ciudad de México “y otras autoridades”.
Afirmó: “Después de la entrevista que sostuvimos con el señor innombrable (el ex policía refugiado en Israel y de quien la justicia federal ordenó a Encinas no volver a citarlo como torturador), le enviamos un cuestionario de alrededor de 100 preguntas y nos hizo llegar las respuestas a través de su abogado —si hay dudas también tengo el registro de los mensajes, no son capturas de pantalla—, en donde nos señala que la verdad histórica fue una construcción desde el gobierno federal, a partir de lo que él denomina la ‘junta de autoridades’, que se llevaba a cabo en la residencia oficial de Los Pinos, en la Zona Militar de Guerrero y en las oficinas de la PGR…”.
Si se toma en serio su dicho, lo que Jesús Murillo Karam leyó el 27 de enero de 2015 fue redactado por Peña Nieto, los secretarios de Gobernación, Defensa y Marina, Miguel Ángel Osorio Chong, Salvador Cienfuegos y Vidal Francisco Soberón, respectivamente; el jefe de la oficina presidencial Aurelio Nuño; el director del Cisen, Eugenio Ímaz; el encargado de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, Jorge Hugo Ruiz Reynaud, el procurador Murillo, el ex director de la Agencia de Investigación Criminal (Zerón), el ex mandatario Ángel Aguirre, el actual precandidato de Morena al Gobierno de Ciudad de México, Omar García Harfuch y “otras autoridades”.
Dudo que el subsecretario crea la tontería de que los 11 identificados y “otras autoridades” hayan redactado el informe que durante nueve años nadie ha podido desmentir, y menos que el perseguido por falaces actos de “tortura” le dijera no solo que se fabricó una gran mentira, sino que él mismo se incriminara incluyéndose entre los inventores.
¿Pues no el propio Encinas informó (agosto del año pasado) que en febrero del 22 se reunió con el prófugo, que le ofreció un “criterio de oportunidad” y que Zerón simplemente no aceptó? ¿A título de qué cometería después la pendejada de “admitir” una supuesta fabricación de la “verdad histórica”?
Por complacer a los vividores del dolor ajeno e insistir en lo que hasta el presidente López Obrador ya descartó como “crimen de Estado”, la semana pasada escurrieron desde la 4t muchas otras falsedades.
Encinas balandronea: “Si hay dudas también tengo el registro de los mensajes”.
Para no seguir pervirtiendo su desaseada “investigación”, ahora quedó obligado a dar a conocer el centenar de preguntas y las respuestas de su nueva mentira histórica…